RELIQUIAS

DEFINICIÓN

       Restos corporales, objetos de uso, productos o vestigios de personas de importancia religiosa, o atribuidos a ellas, conservados en lugares sagrados y venerados en el culto; en particular, en la tradición cristiana, los restos mortales del cuerpo (o la sangre conservada en ampollas) de los mártires de la fe, los instrumentos de su martirio, o incluso el cuerpo de un santo.

DEVOCIÓN

      El culto a las reliquias comenzó como recuerdo y veneración de la tumba de un mártir. Unos siglos más tarde, también se empezaron a venerar los huesos de los santos monjes, como gesto de afecto hacia sus padres. A través de la veneración de lo que quedaba de su paso por la tierra, se manifestaba la veneración de su vida, de su ejemplo, y una misteriosa comunión con ellos. Según un punto de vista «racionalista», la veneración de las reliquias es un comportamiento arcaico, que ha llevado al absurdo. Los centros de peregrinación se han peleado por las reliquias, las han creado, han comerciado con ellas, etc. El hombre, aplastado por su condición, por el miedo al sufrimiento y a la muerte, se refugia en comportamientos mágicos, que le protegen y le permiten sobrevivir. La ciencia actual arroja luz sobre todas estas actitudes. Muchos fenómenos «extraordinarios» ocurridos en el pasado han encontrado explicaciones científicas, y quienes no las encuentran hoy, las encontrarán mañana. La actitud opuesta es la mágica, ausente de todo espíritu crítico: las reliquias son una especie de «talismán» que protege; lo sobrenatural es visto como una fuerza radiactiva que, sin ser vista, actúa. Hay que realizar un cierto número de actos, y el resultado vendrá después. Las medallas, el relicario, las oraciones son la condición obligatoria de esto. A decir verdad, la historia concreta de nuestros «santos» está muy lejos de todo esto. Está claro que hay que evitar los malentendidos y las exageraciones, y reconducir la devoción a lo correcto, pero según la doctrina de la Iglesia católica, los actos de devoción no son asimilables a las prácticas mágicas o supersticiosas, porque si bien los que practican estas últimas creen que tienen eficacia por sí mismas; en el caso de las reliquias, en cambio, no es el acto en sí mismo el que tiene eficacia, sino la oración que lo acompaña, e incluso ésta sólo en la medida en que la gracia solicitada es concedida por la libre elección de Dios. Invocamos a los santos para que ellos, a su vez, intervengan ante el Señor, siempre el objetivo último de la oración. Venerar una reliquia es venerar la misericordia de Dios realizada en el santo. Rezar ante el cuerpo de un santo es agradecer a Dios que lo sostuvo en el camino de la santidad.

NORMATIVA

«El honor que se rinde a las imágenes sagradas es una «veneración respetuosa», no una adoración que conviene sólo a Dios. Los actos de culto no se dirigen a las imágenes consideradas en sí mismas, sino en cuanto sirven para representar al Dios encarnado. Ahora bien, el movimiento que se dirige a la imagen como imagen no se detiene en ella, sino que tiende a la realidad que representa.»

(Catecismo de la Iglesia Católica, 2131-2132)

«Las reliquias nos señalan a Dios mismo: es él quien, por el poder de su gracia, concede a los seres frágiles el valor de dar testimonio de él ante el mundo. Al invitarnos a venerar los restos mortales de los mártires y de los santos, la Iglesia no olvida que, en definitiva, se trata de pobres huesos humanos, pero de huesos que pertenecieron a personas visitadas por el Poder vivo de Dios. Las reliquias de los santos son huellas de esa presencia invisible pero real que ilumina las tinieblas del mundo, manifestando el Reino de los Cielos que está en nosotros».

(Benedicto XVI, Discurso a los jóvenes en la Jornada Mundial de la Juventud, Colonia, 18 de agosto de 2005)

SOLICITUD DE RELIQUIA

La Postulación General tiene la tarea de la custodia y distribución de las reliquias de los Beatos y Santos pertenecientes a la Congregación. Para solicitar reliquias, hay que tener en cuenta las siguientes normas:

1. Corresponde a la Postulación General evaluar las solicitudes recibidas y conceder las reliquias, acompañadas del certificado de autenticidad, que lleva el sello de la propia Postulación.

2. Cada solicitud debe llegar a la oficina de la Postulación General con membrete, con la firma del funcionario responsable y el sello de la oficina. Para las reliquias de primer grado, la solicitud debe ir obligatoriamente acompañada del original del nihil obstat del Ordinario local o del Superior Religioso Mayor; no se considerarán las solicitudes por teléfono o fax.

3. Por regla general, sólo se aceptarán las solicitudes recibidas de los párrocos o de los superiores de las comunidades religiosas. Siempre debe especificarse que la solicitud de reliquias es para la veneración pública de los fieles; debe indicarse claramente el lugar de la iglesia o capilla pública donde se colocará la reliquia para la veneración de los fieles.

4. Las solicitudes de los laicos (incluidos los seminaristas) no se tendrán en cuenta salvo en casos excepcionales. No se tienen en cuenta las solicitudes de los coleccionistas de reliquias. Sólo se conceden las reliquias de un santo o beato concreto.

5. Se aceptan solicitudes para lugares donde ya existe un culto o donde se desea aumentar la devoción (por ejemplo, mediante un programa de catequesis formativa; con motivo de la exposición de una nueva imagen del santo o beato, de una peregrinación, etc.).

Para la consagración de los altares, se pueden solicitar reliquias «ilustres», que la Postulación estudiará caso por caso. La solicitud debe ir siempre acompañada del nulla osta del Ordinario del lugar o del Superior Religioso Mayor, especificando para qué iglesia se hace la solicitud.

Para solicitar reliquias rellene el formulario accesible en este enlace

La reliquia, si la solicitud es aceptada, será enviada o entregada personalmente, sólo después de la recepción del original de la carta del obispo o del superior religioso mayor por la oficina de la Postulación General.

 

La dirección es la siguiente:

Postulazione Generale
Missionari Clarettiani,
Via Sacro Cuore di Maria, 5
00197 Roma
ITALIA