No olvidemos hoy al Venerable Padre Mariano Avellana

Una vez más, el día 14 nos convoca a la memoria mensual de nuestro futuro santo, el Venerable P. Mariano Avellana.

Dignas de memoria permanente y en especial en estos días son sus virtudes heroicas, con las que supo entregarse al trabajo evangelizador al que el Señor lo había llamado, siendo “misionero hasta el fin” por sobre los grandes sufrimientos físicos y las tendencias negativas a las que tuvo que sobreponerse. Tamaño ejemplo constituye la mayor motivación por la venimos rogando al Señor desde hace 35 años que se digne glorificarlo en la tierra realizando el milagro que permita elevarlo en forma inicial a los altares. Para que la luz admirable de su testimonio de vida no quede escondida, sino que, de acuerdo al Evangelio, alumbre desde lo alto nuestras propias vidas y las del pueblo cristiano, animándonos a salir de nuestra comodidad y mediocridades para entregarnos a los más necesitados como él lo hizo.

Y si de ejemplo se trata, cómo no anhelar que brille desde el altar sobre todo el heroísmo con que Mariano Avellana hizo de su vida un martirio diario, al trabajar sin descanso predicando centenares de misiones, mientras mientras sufría dolencias físicas y padecimientos en su cuerpo. No es exagerado homologar así estos padecimientos, soportados durante décadas, con el martirio en que murieron 184 hermanos suyos de congregación enfrentando las balas antes que renegar de su fe en medio de violentos conflictos religiosos.

Hoy, cuando se abaten sobre el mundo numerosas guerras, estallidos sociales y el derrumbe de sistemas económicos que están causando miles de muertes, dolores, hambre y sufrimientos sobre todo en perjuicio de los sectores más pobres y desprotegidos, vale no sólo invocar la intercesión de Mariano Avellana por los graves enfermos, sufrientes y abandonados que tales situaciones provocan, sino asumir el ejemplo de su trabajo incansable para asistirlos y mitigar sus sufrimientos en semejanza a Cristo Jesús.
Que el recuerdo permanente del ejemplo de Mariano, y en especial en estos días 14, nos anime a ser como él “misioneros hasta el fin”, según nuestro respectivo lugar en la vida social y el compromiso al que éste nos obliga de acuerdo a la fe y el evangelio que profesamos.

 

Alfredo Barahona Zuleta
Vicepostulador, Cause V.P. Mariano Avellana

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