Barbastro, España. Lo vivido aquel 25 de octubre está aún muy vivo en la memoria de no pocas personas, pero desde 1992 ya han pasado treinta años. Roma pareció vestirse de gala para acoger la beatificación de los cincuenta y un misioneros mártires en Barbastro (Huesca – España), que habían abrazado la muerte dando nítidos testimonios de fe, perdón, alegría y amor a la propia vocación.
Miles han sido las personas que desde entonces han visitado el Museo de los Mártires, situado en la misma casa en la que los beatos misioneros fueron hechos presos, y su testimonio sigue impactando a muchos jóvenes y adultos de todas las latitudes.
La comunidad de Barbastro, integrada hoy por tres sacerdotes y un misionero hermano, celebrará con los fieles y con la Iglesia local el aniversario de la Beatificación. El sábado 22 una solemne eucaristía evocará la efeméride, y tras ella se presentará la nueva etapa de la Archicofradía del Corazón de María, que vuelve a hacerse presente en la ciudad. Los días 22, 23 y 24 la comunidad cristiana se preparará para la fiesta de San Antonio María Claret.
La Diócesis de Barbastro-Monzón, marcada por su experiencia martirial, cuenta ya con 78 beatos mártires y acaba de incoar el proceso de beatificación de otros 250 testigos de la fe. Todos se distinguen, como ha recordado su obispo (D. Ángel Pérez) al comienzo de este curso pastoral, por su espíritu de reconciliación y de perdón, rasgo muy presente también en los beatos claretianos.