Ciudad de México, México. En una modalidad mixta, entre lo presencial y virtual, la Juventud Claretiana de México (JUCLAMX) realizó en Familia Claretiana su décimo campamento en memoria de los Mártires de San Joaquín. El campamento incluyó fogatas, cantos, dinámicas, oración y reflexiones del ser y quehacer desde el carisma claretiano.
El fin de semana del 24 y 25 de abril la Juventud Claretiana se dio cita presencialmente en los estados de Nuevo Laredo, Ciudad de México y Torreón para unirse en la virtualidad con representantes de diversas latitudes como León, Toluca, Guadalajara, Canadá, y Centroamérica.
En su mensaje de bienvenida el P. Enrique Mascorro CMF, superior mayor de la Provincia de México, expresó su deseo de que esta reunión fortalezca la unión y ayuda a consolidar el sentido de comunión. Además, agradeció la generosa respuesta y los animó a dar lo mejor para esta jornada.
Momentos oracionales
La misa inaugural se celebró desde la comunidad cordimariana del Colegio Benjamín Franklin, en la Ciudad de México; fue concelebrada por P. Jorge Vargas CMF, coordinador de los campamentos, P. Marcos Garnica CMF, prefecto provincial de Formación y el diácono Edgar Salgado Tapia CMF. En la homilía, P. Marcos convocó a la juventud claretiana participante a responder a la invitación de Jesús a «ser alimento de vida para las demás personas; y en este tiempo de pandemia que ha traído tanto agotamiento y hartazgo, voltear la mirada a la Palabra de Dios, a Jesús, quien revitaliza nuestra esperanza y da ánimo para seguir avanzando». Refiriéndose a los noventa y cuatro años del testimonio de los Mártires de San Joaquín, acotó:
«podremos reconocer en ellos un ejemplo a seguir y creer que solo la palabra de Jesús tiene aquello que necesitamos y solo ella puede dar respuestas a nuestras aspiraciones más sinceras. Decirle a Jesús con esperanza <solo tú tienes palabras de vida eterna>, y ser en nuestro contexto pan de vida para los demás… a través de los gestos cotidianos de la vida y con ello consolidar nuestra comunidad de juventud claretiana».
En los momentos de oración, tanto los novicios claretianos —con la oración de la mañana desde Guatemala— como P. Julio Arváez CMF —en el encuentro con Jesús Resucitado, desde Panamá— invitaron a reconocernos discípulas/discípulos actuantes en esta realidad, desde el movimiento del Espíritu de Jesús en nuestros corazones, con el Corazón de María como acompañante y fortaleza en nuestros testimonios de vida.
Formación y diversión
Los dos días de este campamento «hibrído» fueron animados por la misma Juventud Claretiana de cada estado participante con bailes, retos, trivias, rally, cantos y el compartir en la fogata; guardando en todo momento las debidas normas de bioseguridad.
En esta ocasión se abordaron dos temas; el primero sobre «la Juventud Claretiana del mundo», que estuvo a cargo del equipo coordinador del proyecto «Claret Way» en Latinoamérica. El padre Jorge Cóceres CMF, desde Chile, y la hermana Alejandra Gómez MCM, en México, compartieron de forma amena y clara el caminar del continente en este proyecto, la apuesta y compromiso que la Familia Claretiana tiene con quienes se conformará este camino carismático misionero de la pastoral juvenil vocacional.
El segundo tema fue sobre «el martirio y testimonio como Juventud Claretiana» en la Iglesia y en sus comunidades, guiado por Rosario Ruiz, FC y Dania Velázquez, MCM. Del diálogo llevado a cabo en las salas virtuales surgieron compromisos tales como: mejorar mi voluntad; trabajar en el espíritu del servicio; ser más caritativo y ayudar a los demás; hacer el bien, vivir la caridad; vivir la misión y testimonio; evangelizar y animar a la juventud; invitar a vivir experiencias activas a otros jóvenes; mejorar las redes de comunicación de JUCLAMX; difundir más y proponer más actividades en conjunto.
Durante la Eucaristía de cierre, presidida por P. Jorge Vargas CMF, se compartió el caminar de la Juventud Claretiana en México, cómo va consolidándose y sigue dando pasos en la formación; de tal forma que cada vez más jóvenes conozcan, amen, sirvan y alaben a Dios con alegría y compromiso.
Dania Alejandra Velázquez Cano MCM
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