Roma, Italia. El domingo 23 de octubre, el cardenal Agostino Vallini, vicario del Papa para la Diócesis de Roma, visitó la parroquia Sacro Cuore di Maria en Parioli, Roma. El evento llenó de alegría a la comunidad, al recibir al Obispo, Padre, Pastor, signo de comunión de toda la Iglesia. Al inicio, el Cardenal se reunió en la con el Consejo Pastoral Parroquial y los agentes de pastoral. El cardenal comenzó dando una imagen esencial de la realidad diciendo que nuestra iglesia no es solo el lugar de la espiritualidad eucarística, de la oración, de la reconciliación, sino también un lugar de acogida, de catequesis, de caridad, de atención a la familia, inspirándose en la exhortación postsinodal Amoris laetitia del papa Francisco y en las conclusiones de la última Convención Diocesana. Luego, el párroco señaló que actualmente hay áreas débiles como la pastoral juvenil y la liturgia y que por ello se ha estado reflexionando en conjunto con el Consejo Pastoral Parroquial para encontrar soluciones, contando con la ayuda de hermanos de la adyacente Curia General de los Misioneros Claretianos.
El Cardenal también exhortó a los laicos a ser activos en la parroquia: “La fe, en ciertos círculos, o ustedes la hacen crecer o nadie lo hará. Roma se ha convertido en una ciudad multicultural, pero ha dejado de ser una ciudad cristiana”.
Además, insistió el obispo, para no caer en el desánimo: ” nuestra iniciativa no es para agregar gente, sino una propuesta de fe hecha en la humildad y la pobreza evangélica. ¿Cómo nació la Iglesia? Fue con la conversión efectuada por el Espíritu Santo en Pentecostés. San Pedro no asistió a un oratorio, sino que se convirtió testimonio de la fe. El desafío de nuestra parroquia es hacernos santos nosotros mismos, escuchando, aceptando, poniendo en práctica la Palabra de Dios, a través de la Eucaristía y la caridad. El modelo son los apóstoles quienes eran asiduos a la oración común, en partir del pan, en el amor fraternal y con ello se ganaban la estima de todos”.
Entre las actividades que el Obispo sugirió que se fortaleciesen se incluyen la formación de los Grupos de Escucha de la Palabra, los ministerios post bautismales, el oratorio como lugar de crecimiento de los niños y jóvenes, la atención a los ancianos involucrando la participación de los niños, la familia a la que todos pertenecemos, la promoción de la cultura que ofrece oportunidades para el encuentro de la libertad y la gracia de Dios.
Para concluir su visita, el Cardenal celebró la Misa del mediodía con la participación de fieles de la parroquia.