Ésta es la primera visita canónica general que tiene lugar en Malasia después de seis años tras de la llegada de los primeros dos misioneros claretianos, los PP. Berkmans Rayar y Anup Hemant Lakra, CMFF, en Kuching, Malasia, el 2 de abril de 2012. El camino tomado entonces se evalúa, se agradece, se respalda y se continúa consolidando ahora.
Este país – es una monarquía – del sudeste asiático, con 330.000 kilómetros cuadrados, compuesto por 13 estados y 3 territorios federales, habitado por 28 millones y medio de personas, con gran diversidad étnica y cultural, tiene el Islam como su religión oficial, muchos recursos naturales, y una economía muy vibrante y atractiva.
La primera asignación de nuestros misioneros de la provincia de Chennai – India fue la Parroquia de San Judas en Bunam, Estado de Saravaw, en la Archidiócesis de Kuching – Malasia oriental.
Ellos comenzaron a vivir y colaborar con los sacerdotes seculares, como es la práctica de la Iglesia en estas tierras, sirviendo a las comunidades que se les confiaron, aprendiendo gradualmente las lenguas nativas del lugar y descubriendo los valores, tradiciones y costumbres de estos pueblos, que supieron cómo darles la bienvenida y apoyarles.
Bunan fue entregado, y ahora está al cuidado de nuestros misioneros con 25.000 fieles, 4.700 familias, 2 centros pastorales principales, 46 centros pastorales secundarios (muchos de los cuales están ubicados a largas distancias y no siempre accesibles), 4 escuelas misioneras. El Equipo está formado por 2 claretianos, 1 sacerdote secular recién ordenado, y cuenta con el apoyo de 2 monjas y 4 catequistas.
Últimamente, llegaron cinco misioneros más y fueron asignados a otras Parroquias en Seriam (Kuching), Lapok y Batu Niah de la vecina Diócesis de Miri.
La escasez vocacional es evidente. Para hacerse una idea, y según las últimas estadísticas, en Teología hay 23 seminaristas mayores de todas las Diócesis en Malasia; la Arquidiócesis de Kuching tiene 2 Arzobispos (1 emérito), 28 sacerdotes (4 claretianos) y 1 diácono; la Diócesis de Miri tiene 1 Obispo y 26 sacerdotes (3 claretianos). En ambas, todavía hay un largo camino por recorrer.
Hay muchos desafíos y oportunidades para la misión claretiana en estas latitudes. La gratitud de nuestra Congregación y de las Iglesias Locales por la dedicación, disponibilidad y cordialidad de nuestros misioneros es enorme. También vale la pena mencionar la acogida y la generosa respuesta de las personas sedientas de la Buena Noticia del Evangelio, así como la cercanía de quienes les acompañan en el camino de la vida y su arduo trabajo.
Todos se hacen eco de la llegada de más claretianos para fortalecer a la comunidad claretiana y, si todo va bien, para extender la presencia evangelizadora claretiana a una tercera diócesis.
Una cordial bendición desde Malasia.
Artur Teixeira, CMF