Washington, Estados Unidos. Banqueros centrales, ministros de finanzas y desarrollo, parlamentarios, ejecutivos del sector privado, representantes de organizaciones de la sociedad civil y académicos se reunieron en la Reunión Anual del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial en la sede del Banco Mundial y del FMI en Washington DC del 3 al 9 de octubre de 2022.

Rohan Dominic, Coordinador del Equipo Claretiano en la ONU, representó a la Fondazione Proclade Internazionale-onlus en la reunión anual. Esta reunión anual de 2022 se centró en la pandemia, la guerra de Ucrania y la inflación que afecta a la economía mundial desde hace décadas.

El Banco Mundial y el FMI se reúnen para sus Reuniones Anuales en medio de un contexto económico y geopolítico turbulento, de la subida de los tipos de interés al alza de los precios de los alimentos, del aumento de la pobreza y de las catástrofes naturales provocadas por el cambio climático, y de la constatación de que los ODS no se cumplirán en 2030.

“Y señalaremos que los riesgos de recesión están aumentando. Estimamos que los países que representan aproximadamente un tercio de la economía mundial experimentarán al menos dos trimestres consecutivos de contracción este año o el próximo. Y, aun cuando el crecimiento sea positivo, se sentirá como una recesión debido a la disminución de los ingresos reales y al aumento de los precios”. Además, señaló: “En general, esperamos una pérdida de producción mundial de unos 4 billones de dólares de aquí a 2026. Este es el tamaño de la economía alemana, un enorme revés para la economía mundial”.

declaró Kristalina Georgieva, Directora del FMI, durante el acto de apertura.

Las diferentes sesiones y eventos paralelos organizados por el sector privado y la sociedad civil se centraron en una probable recesión mundial, las recesiones económicas, la inflación y los desafíos climáticos. Además, el cambio climático ha sido uno de los temas centrales de las reuniones del FMI y el Banco Mundial este año. La financiación del clima es un gran reto y los países en desarrollo necesitarán 300.000 millones de dólares anuales de financiación adicional para adaptarse al cambio climático.

“Hay una creciente preocupación por la forma en que la emergencia climática perjudica desproporcionadamente a los pobres”, señaló LeCompte, Director Ejecutivo del grupo religioso de desarrollo Jubilee USA Network, durante la conferencia de prensa celebrada fuera del FMI.

También se habló de la inclusión financiera. Casi el 24% de la población adulta del mundo sigue sin estar bancarizada. Las monedas digitales de los bancos centrales (CBCD) podrían mejorar la inclusión financiera y beneficiar a tres grupos de usuarios distintos: los que no tienen cuenta bancaria, teléfonos inteligentes o acceso a Internet. Una CBDC es una forma digital de dinero del banco central que ya está ampliamente disponible para el público en general.

Los obispos católicos y otros líderes religiosos de África publicaron una declaración antes de la reunión de los ministros de finanzas del G7 y de África, que tuvo lugar durante la reunión anual. Mencionaron: “Menos de tres años después de la mayor recesión mundial en un siglo, la amenaza de recesión se cierne de nuevo”, y “Los déficits presupuestarios y las deudas impagables han reducido el margen de nuestros países para tomar las medidas necesarias para proteger a los más vulnerables y restaurar la prosperidad“. Por lo tanto, pidieron, “La primera prioridad es eliminar las aplastantes cargas de las deudas impagables, un llamamiento que encontramos de forma consistente en la voz de los líderes de diversas tradiciones religiosas, ciertamente los de la Iglesia Católica.”

Mientras tanto, activistas de distintas organizaciones protagonizaron varias protestas y manifestaciones durante la reunión anual. Los activistas bloquearon las entradas a los edificios de la conferencia y realizaron sentadas. También hubo una vigilia. Los manifestantes expresaban su oposición a la financiación de los combustibles fósiles y exigían medidas urgentes para hacer frente al cambio climático, así como que el FMI y el Banco Mundial cancelen la deuda del mundo en desarrollo. Llevaban carteles que decían: “Banco Mundial del caos climático”, “dejar de financiar los combustibles fósiles”, “cancelar la deuda”, “las personas por encima de los beneficios” y “los hechos hablan más que las palabras”.