Roma, Italia. El 14 de abril de 2020, el Papa Francisco nombró a Su Excelencia, Mons. Josep Maria Abella Batlle, C.M.F., actualmente Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Osaka, como el nuevo Obispo de la Diócesis de Fukuoka (Japón). Deseamos a nuestro hermano y amigo todo lo mejor en su trabajo pastoral como Pastor de la Iglesia Local de Fukuoka. La noticia ha sido publicada en el Boletín de la Santa Sede: http://press.vatican.va/content/salastampa/es/bollettino/pubblico/2020/04/14/rem.html
En su mensaje a la Diócesis de Fukuoka, Mons. Abella dijo:
«Cuando, tratando de evitar la proliferación del coronavirus, se detuvieron casi todas las actividades de la iglesia, recibí una llamada telefónica que me sorprendió
En el otro extremo de la línea estaba el Nuncio Apostólico, Mons. Joseph Chennoth, anunciándome que el Santo Padre Francisco había decidido enviarme a la Diócesis de Fukuoka. Como podéis adivinar, la noticia me dejó perplejo. En cualquier caso, dado que el destino venía del Santo Padre, y seguramente era el resultado de un proceso preciso de discernimiento, mi respuesta fue: “sí, acepto”.
No tenía mucha conexión con la Diócesis de Fukuoka hasta ahora. Solamente el año pasado se me pidió que guiara el retiro anual al clero de la Diócesis, y pudimos pasar unos días juntos en oración. Sin embargo, a partir de ahora caminaremos juntos. Sí, quiero enfatizar la palabra “juntos”. Por favor, dejadme caminar con vosotros, manteniendo vivo el itinerario de la Diócesis de Fukuoka y atentos a la realidad actual. Tengo muchas cosas que aprender, así que os pido que me acompañéis en este camino.
¿Por qué se me envía a la diócesis de Fukuoka? Ésta es la pregunta que me hice y lo más probable es que vosotros también os la preguntéis. Al final, decidí tomar este nombramiento como un llamado del Señor. Mientras caminamos juntos, estoy seguro de que podremos disfrutar de nuestro estar juntos, para discernir cuáles son los puntos principales que debemos priorizar y cómo implementar la misión que se nos ha confiado. Esto es lo que espero desde lo más profundo de mi corazón. Respondiendo a la gracia de la visita del Santo Padre en noviembre pasado, tratemos de llevar la luz del Evangelio en medio de nuestra sociedad».