Ciudad de Panamá, Panamá. Al atardecer del 22 de enero de 2019, en la Cinta Costera “Campo Santa María la Antigua“, el arzobispo panameño José Ulloa Mendieta presidió la Misa de Bienvenida de la Jornada Mundial de la Juventud 2019.
Dijo en su homilía que él espera que esta reunión en Panamá ofrezca algo así como una cura a los problemas que los jóvenes experimentan en las periferias existenciales y geográficas.
Y, mencionando a los jóvenes indígenas, afirmó que quería que supieran que son importantes y que ellos son la razón de un enorme esfuerzo de movilización humana.
Además, manifestó que espera que las enseñanzas de la Iglesia, los sacramentos, los lazos de los próximos días provoquen un encuentro con Jesucristo que ayude a todos a enfrentarse a los desafíos y a los anti-valores de un sistema que ofrece un falso sentido de felicidad.
También mencionó los modelos que los jóvenes pueden seguir: San Martín de Porres, Santa Rosa de Lima, San Juan Diego, San José Sánchez del Río, San Juan Bosco, Beata Sor María Romero Meneses, y San Óscar Arnulfo Romero – cuya mención hizo que los jóvenes gritaran de alegría -. Luego se refirió a los santos de hoy y a quién puede vivir una vida santa. Dijo que un santo busca justicia, ora, vive y ama a la comunidad, tiene sentido del humor, siempre está en la lucha, deja atrás la mediocridad, vive la misericordia de Dios y la comparte con sus compañeros. Entonces alentó a los jóvenes a no tener miedo de optar por ser uno de ellos.
“No tengáis miedo, sed valientes para ser santos en el mundo de hoy … no renunciéis a vuestra juventud y felicidad”.
Finalizó su homilía animando a los jóvenes a “seguir haciendo lío y a seguir poniendo nerviosos a los adultos, a seguir apartándonos de las cosas que nos atan y que nos dejan ser verdaderos cristianos”.
A la celebración de la Misa le siguió una fiesta juvenil.
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