Queridos hermanos:
Saludos fraternales. Gracias por uniros a nosotros en la oración y la comunión fraternal. El COVID 19 ha llegado a su punto máximo en Italia en los últimos días y el Gobierno ha tomado medidas estrictas para detener su propagación. Éstas incluyen un cierre completo en toda Italia, excepto para los servicios esenciales. No salimos de casa en absoluto. Todos los servicios como la recepción, la limpieza y el lavado son atendidos por nosotros. Tal vez, tengamos que empezar a cocinar también en la próxima semana. Todo el país está unido para luchar contra el terror del virus. Los Estudiantes tienen clases online. El Gobierno General sigue con sus sesiones intensivas de consejo de este mes.
El virus ha afectado ahora a unos 125 países e Italia está en la parte superior de la lista de países con nuevos casos afectados. Esperamos que baje en una semana. La Iglesia en todo el mundo ha unido sus manos en la oración de intercesión y adoración. También en el pasado, la Iglesia se enfrentó a momentos históricos de epidemias cuidando de los enfermos y de sus familias, y apoyando a los trabajadores sanitarios de todas las maneras posibles, especialmente llevando las preocupaciones de la gente en adoración al Santísimo y a la Virgen con el rezo del Rosario.
En el último Capítulo General, afirmamos nuestra llamada a ser «evangelizadores con Espíritu» que «oran y trabajan, se comprometen social y misioneramente y respiran con el pulmón de la oración y la intercesión» (MS 23). Éste es un momento de oración e intercesión por el mundo que sufre. Invito a todos los Organismos Mayores a elegir un día para la oración especial de intercesión en la próxima semana dedicando tiempo a la adoración de la Eucaristía y al rezo del Rosario. La Conferencia Episcopal Italiana ha establecido el 19 de marzo a las 21 horas para rezar juntos, y como fieles creyentes, el Rosario. Invoquemos también la intercesión de San Antonio María Claret, nuestro Fundador, y de nuestros hermanos mártires.
Queridos hermanos, unamos las manos, los corazones y las mentes juntos con nuestros hermanos y hermanas para afrontar este momento de angustia mundial.
Fraternalmente,
P. Mathew Vattamattam CMF