Roma, Italia. Todos los misioneros claretianos en las tres Casas Generalicias (Claretianum, Curia General, Juridicum) en Roma están a salvo. No hay casos de contaminación reportados en el vecindario hasta ahora. Los claretianos en las comunidades italianas de la Provincia Sanctus Paulus (Banchi Vecchi, Parioli, Segrate, Altamura, Trieste) también están a salvo.
El Padre General, Mathew Vattamattam, CMF, envió un mensaje a todos los Superiores Mayores de la Congregación indicando la situación de los miembros en Roma en medio del cierre de todo el país y el brote de COVID-19.
“Permanecemos en nuestras casas. Los viajes están restringidos y posiblemente tengamos que cancelar algunos viajes del Gobierno General, y previstos para el próximo mes, a propósito de las visitas canónicas en Europa. La Escuela de Formadores programada entre los meses de abril y junio se pospone para el próximo año” dijo.
Más adelante dijo que “no sabemos cómo se van a desarrollar los acontecimientos en los próximos días, pero enfrentamos la situación de modo responsable cooperando sin pánico con las autoridades. Nuestros corazones están con los enfermos y con las zonas más afectadas. Gracias por vuestras oraciones. En este momento crítico del mundo confiamos en el Señor y afrontamos la situación con fe, esperanza y amor”.
“Pensamos en lo que se podría hacer por nuestra parte para aliviar la situación de los demás. Lo primero que hacemos es cooperar plenamente con las medidas del Gobierno para prevenir la propagación del virus. Estamos explorando qué se puede hacer para ayudar a otros a enfrentar esta situación” concluyó al final de su mensaje.
El primer ministro italiano, Giuseppe Conte, declaró el cierre de todo el país a última hora del lunes 9 de marzo de 2020, efectivo al día siguiente, 10 de marzo, hasta el 3 de abril.
“Voy a firmar un decreto que se puede resumir de la siguiente manera: me quedo en casa” dijo Conte en televisión para limitar la propagación del coronavirus.
Hay que evitar salir de la casa. Los individuos pueden salir de casa a trabajar, por razones de salud, o por otras necesidades, como la compra de bienes esenciales. Sin embargo, cada individuo debe poder estar en grado de probarlo ante las fuerzas policiales, estatales y locales mediante la presentación de una autodeclaración escrita y firmada (este formulario puede ser descargado de internet). Los aeropuertos permanecen abiertos, y los medios de transporte están funcionando.
Todos los eventos organizados, así como los eventos en lugares públicos o privados, incluidos los de carácter cultural, recreativo, deportivo, religioso y ferial, incluso si se celebran en lugares cerrados pero abiertos al público, están suspendidos en todo el territorio nacional.
El gobierno suspendió todas las clases en todos los niveles el 4 de marzo. Al principio se presumía que se pudieran reanudar después del 15 de marzo, pero ahora, con la nueva declaración gubernamental, la suspensión se ha extendido hasta el 3 de abril. Del mismo modo, en cooperación con el estado, la Conferencia Episcopal Italianata suspendió a la tarde-noche del Domingo, día 8 de marzo, todas las celebraciones y servicios religiosos, incluida la celebración pública de Misas, bodas e incluso funerales hasta el 3 de abril. No obstante las iglesias están abiertas para quienes deseen rezar personalmente, pero manteniendo una distancia de 1 metro entre sí.
A la luz de la nueva medida, todas las actividades del Instituto de Teología de la Vida Consagrada – Claretianum (seminario en marzo, defensas de tesis doctorales, reunión de la comisión de calidad, etc.) se suspenden hasta una fecha por determinar. La Basílica Menor del Inmaculado Corazón de María en Parioli está abierta para aquellos que quieran rezar.
El día 10 de marzo, el Estado Vaticano cerró la Basílica de San Pedro y la Plaza al público.
