LA COMUNIDAD CLARETIANA "CASA Y ESCUELA DE COMUNIÓN"
Una Reflexión Interdisciplinar para la Congregación1. JUSTIFICACIÓN DEL PROYECTO
La condición “comunitaria” de nuestro seguimiento misionero de Jesús es un rasgo constitutivo de nuestra vocación. Somos “misioneros en comunidad, desde el inicio”[1]. El “estilo de los apóstoles y de la primera comunidad cristiana”[2] es nuestro modo de ser discípulos de Jesús y anunciadores de su Buena Noticia en el mundo. Y el XXV Capítulo General, “Testigos Mensajeros de la Alegría del Evangelio”, lo pone de relieve cuando evidencia que los misioneros claretianos nos reconocemos hijos y enviados de Dios y hermanos entre nosotros; e hijos de María, “en la comunidad”.
El mismo Capítulo señala que nuestra comunidad “es un don del Espíritu Santo, que hemos de acoger y cuidar” y que, en su configuración actual, “intergeneracional e intercultural”, está llamada a ser una “parábola de comunión, signo escatológico y palabra evangelizadora en el mundo de hoy”[3]. Y, en el contexto de las interpelaciones de la Iglesia que nos urge a ser una “Congregación en salida”, el discernimiento comunitario de las periferias en los territorios que habitamos, tanto como los proyectos evangelizadores que articulamos como cuerpo apostólico, va configurando nuestras comunidades[4].
El horizonte que sueña el citado Capítulo para nuestras comunidades claretianas es que se configuren como “signo escatológico de unidad, paz y reconciliación”; que se construyan desde el “espíritu de diálogo, aceptación, aprecio mutuo y discernimiento”; que refuercen desde “el sentido de pertenencia y corresponsabilidad”; que valoren e integren tanto “el ministerio de intercesión y ofrecimiento de nuestros hermanos ancianos, enfermos e impedidos” como “los impulsos renovadores de las nuevas generaciones”[5].
En este horizonte se inscribe este proyecto que compartimos con toda la Congregación y que hemos llamado “La comunidad claretiana: Casa y escuela de comunión”. De este modo, pretendemos dar cumplimiento a uno de los mandatos del XXV Capítulo al Gobierno General.
2. OBJETIVO DEL PROYECTO
Nos proponemos “alentar en toda la Congregación una reflexión interdisciplinar sobre la vida comunitaria a nivel local, de Organismo y global; bajo la responsabilidad del Gobierno General”[6].
3. UN MAPA PARA ABORDAR LA REFLEXIÓN
Para orientarnos en la propuesta, queremos indicar a continuación algunas claves que faciliten la reflexión sobre la comunidad claretiana a distintos niveles.
3.1. DIVERSOS TIPOS DE COMUNIDADES EN LA CONGREGACIÓN
Lo primero que quemos puntualizar es que “la comunidad claretiana” no existe en abstracto; la abstracción de los conceptos nos ayuda a entender lo común que subyace en las diversas configuraciones comunitarias de la Congregación, según las múltiples y diversas misiones que configuran a todas y cada una de las comunidades claretianas.
Desde esta perspectiva, podemos distinguir al menos tres tipos de comunidad. Las que se dedican a la formación inicial de los misioneros claretianos, las comunidades dedicadas al apostolado activo, y las comunidades asistenciales de los Organismos Mayores de nuestro Instituto. Y al interno de esta categorización comunitaria aún es posible señalar características específicas por las cuales una comunidad de prenoviciado, por ejemplo, es distinta a la de las otras etapas formativas; o una comunidad inserta en una zona popular suburbana tiene particularidades que la diferencian de otra que se encuentra enclavada en una zona indígena o en el centro de una gran ciudad, aunque se dediquen al mismo apostolado.
Por otra parte, es imposible, en una reflexión como la que nos proponemos, que podamos abordar todas las especificidades propias de la diversidad geográfica, cultural, eclesial y apostólica de la Congregación que somos. Nuestra propuesta quiere consolidar, más bien, lo que subsiste en cada una de estas expresiones y constituye el núcleo identitario de nuestro modo de vida y misión. La propuesta es también una invitación a caminar juntos y a crecer en nuestro seguimiento de Jesús, a partir de lo que tenemos en común, es decir, la vocación claretiana que hemos abrazado con nuestra profesión religiosa.
3.2. LA PROPUESTA COMO PUNTO DE PARTIDA PARA LA REFLEXIÓN PERSONAL Y EL DIÁLOGO COMUNITARIO
En este proyecto, el Gobierno General pone en tus manos 12 artículos sobre la comunidad claretiana, elaborados por misioneros claretianos de los cinco continentes en que estamos presentes; cada uno de ellos con su propia perspectiva. Sin embargo, la propuesta ni comienza ni acaba en la recepción de este cuadernillo. En mayo de 2019 realizamos una encuesta previa a la Congregación sobre el tema de la que nos ocuparemos en el punto siguiente. Y, para que podamos cumplir acabadamente el objetivo que nos proponemos, es necesario el compromiso de todos y cada uno de los misioneros claretianos en su consecución.
Los contenidos de este cuadernillo están llamados a ser un recurso que favorezca la reflexión personal y el diálogo comunitario; es un instrumento para utilizar en beneficio de nuestras comunidades con el objetivo de conocernos más y mejor, de crecer en comunión y entendimiento mutuo, de alentar en nosotros el sueño de Dios: el de ser comunidades de testigos-mensajeros de la alegría del Evangelio. Si lo aprovechamos convenientemente, fortaleceremos nuestro compromiso en el camino de conversión que nos propone el XXV Capítulo General.
3.3. ALGUNOS DATOS SOBRE LA COMUNIDAD CLARETIANA RECABADOS EN LA ENCUESTA PREVIA A LA CONGREGACIÓN
Para llevar a cabo este proyecto con realismo, nos pareció conveniente elaborar previamente una encuesta a la Congregación que se difundió por correo electrónico y la plataforma “Survey Monkey” durante los meses de marzo-abril de 2019. La encuesta contenía 10 ítems con ocho preguntas cerradas y dos abiertas, y estaba orientada a facilitar la reflexión al comprobar algunos aspectos de la comunidad claretiana entre sus misioneros.
720 claretianos respondieron a la encuesta, es decir aproximadamente al 32% de los miembros de la Congregación; lo que coincide con el promedio para este tipo de encuestas. De estos 720 misioneros, el 71, 7% se identificaron como miembros de un equipo pastoral; 24, 8% como individuos que trabajan en un ministerio específico encomendado por la comunidad; y un 3, 5% como ancianos que se unen a la comunidad misionera a través de su ministerio de intercesión u ofreciendo sus sufrimientos.
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La encuesta ha ofrecido, generalmente, un retorno favorable respecto a los indicadores de la vida comunitaria. Pone en evidencia que en las comunidades existe un nivel bastante bueno de aprecio, acogida e integración de las diferencias personales y culturales de los individuos. Los encuestados se consideran buenos o muy buenos en apreciar y afirmar a otros miembros en sus comunidades.
Sin embargo, la calidad con que se da y recibe aliento o corrección fraternas en los Organismos Mayores se ubica mayoritariamente en la media, lo que indica un margen que puede mejorar. El acompañamiento y el uso del poder en el ejercicio de la autoridad en los Organismos Mayores también está justo por encima del promedio, indicando otra área en que la vida puede mejorar. La disparidad entre algunos de los parámetros nos plantea la pregunta de si estamos contentos confirmándonos unos a otros en una comunidad en la que algunos de sus miembros no están dispuestos a ofrecer ni recibir una corrección fraterna de modo constructivo.
De los desafíos, presentados por orden de importancia, el individualismo creciente ha sido señalado como el más grande de ellos, por encima de los demás. Los dos desafíos siguientes que se han identificados son las dificultades en la vida intercultural e intergeneracional tanto como el influjo de los medios de comunicación social que afectan negativamente la calidad de la vida comunitaria. Como énfasis o acentuaciones propias de la Congregación, los encuestados creen que el primer hecho misionero de la comunidad convocada y enviada por la Palabra de Dios es la vida en común. Y que una comunidad configurada por la misión es la acentuación más importante que se da para la existencia de la Congregación.
Las dos últimas preguntas abiertas ayudaron a resaltar algunas cuestiones prácticas en que los miembros de las comunidades han contribuido para crear comunidades alegres y misioneras, o pueden hacerlo. Algunos modos, de los más valorados, están relacionados con el ministerio de la presencia; la oración compartida, la liturgia, el apostolado y la recreación; con el respeto, la valoración, la escucha y el aprecio del otro; la disponibilidad, el diálogo, el amor y el perdón.
Para elaborar la propuesta de reflexión interdisciplinar que nos ha confiado el XXV Capítulo General, hemos tomado en cuenta todos estos aspectos.
3.4. TEMAS, METODOLOGÍA Y ALCANCES DE LA PROPUESTA
La propuesta está articulada en 12 artículos sobre la comunidad claretiana cuya fuente de inspiración es la Palabra de Dios y las Constituciones, por una parte, y los desafíos planteados por el XXV Capítulo General y los miembros de la Congregación, por otra.
Los temas propuestos para la reflexión personal y comunitaria son los siguientes, en este orden:
- Comunidades configuradas por la misión
- La comunidad “oikos”
- La comunidad escuela de discípulos en misión
- Comunidad profética y contemplativa
- Celebrando vida y misión en comunidades interculturales e intergeneracionales
- Avanzando en el Espíritu. Practicando el discernimiento en la vida personal y en las comunidades
- Liderazgo y organización de la comunidad
- Transformación de conflictos en comunidad
- Perdón y reconciliación en la comunidad
- Comunidad litúrgica y celebrativa
- El sueño de ser comunidad
- El misterio pascual en nuestras comunidades
Cada tema ha sido abordado desde distintas perspectivas (bíblicas, teológicas, antropológicas, psicológicas o sociológicas) por sus autores y ofrece un punto de vista sobre la materia en cuestión. Al final o durante su desarrollo, se ofrecen también algunas preguntas que ayudan a repensar los contenidos del texto desde las claves existenciales de sus lectores o de la comunidad que pone en común lo que la propuesta suscita entre sus miembros.
4. UNA PROPUESTA PARA SEGUIR ANDANDO EN COMUNIDAD DE DISCÍPULOS TRAS LAS HUELLAS DE JESÚS
De muchas maneras nuestra Congregación ha sabido profundizar en la hondura de su patrimonio espiritual y carismático aprendiendo de la sabiduría de la Iglesia, en general, y de su propia fuente (las Constituciones y el Directorio, la vida del P. Fundador, los Capítulos Generales y el magisterio de los Superiores Generales o los desarrollos realizados a partir de ellos) en particular. Queremos que esta propuesta sea una ayuda más en el camino de discipulado misionero que compartimos y que se suma a otras iniciativas que apuntan en la misma dirección.
Los tres “procesos de transformación” que nos propone el XXV Capítulo General (el de ser una “Congregación en salida”, “una comunidad de testigos y mensajeros” y “adoradores de Dios en el Espíritu”) son el modo concreto en que queremos llevar adelante la “conversión pastoral-misionera y ecológica” que tanto la Iglesia, como el mundo y nuestra propia comunidad congregacional reclaman de nosotros [7]. Tenemos mucho camino por seguir andando.
Agradecemos a los claretianos que han colaborado en hacer que esta propuesta sea posible: PP. Amos Moses Onyait (St. Charles Lwanga), Callistus Joseph (Deutschland), José Cristo Rey García (Santiago) y Mariano Sedano (Misión de S. Petersburgo), Paulson Veliyanoor (Northeast India) y, por parte del Gobierno General, al P. Mathew Vattamattam y al H. Carlos Verga. A los traductores PP. Bill Paiz y xxxx y al P. John Louie Guades III que ha preparado esta edición digital para que sea impresa y distribuida en los distintos Organismos Mayores de la Congregación.
Roma, 2 de febrero de 2020, Fiesta de la Presentación del Señor. Día de la Vida Consagrada.
5. Materiales de apoyo sobre cada tema
También ofrecemos algunos materiales suplementarios sobre cada tema para apoyar su itinerario, que se pueden encontrar en la parte superior derecha de la página web. Esperamos que ofrezca perspectivas y herramientas complementarias para enriquecer nuestra reflexión y práctica. Una de las herramientas es el enlace a videos cortos en términos bíblicos pertinentes a nuestros temas. Estamos agradecidos al bibleproject.com por los videos gratuitos. Como servidores de la Palabra, queremos situar nuestras reflexiones sobre la comunidad en la visión bíblica de la humanidad. Estos videos son de bibleproject.com. Los otros materiales son artículos relacionados con cada uno de los temas.
AbreviaturasDe la Congregación ClaretianaAut. = San Antonio María Claret, Autobiografía.CC = Constituciones de la Congregación de los Misioneros Hijos del Inmaculado Corazón de María, Misioneros Claretianos.DC = Documento del Capítulo de Renovación 1967.Dir. = Directorio de los Misioneros Hijos del Inmaculado Corazón de María ClaretianosEC I = Antonio María Claret, Epistolario Claretiano. Tomo 1.HAC = Declaración del XXIV Capítulo General “Hombres que Arden en Caridad”. Llamados a vivir nuestra vocación misionera hoy.MS = Declaración del XXV Capítulo General “Testigos-Mensajeros de la Alegría del Evangelio”, Missionarii Sumus.SP = Declaración del XXI Capítulo General “Servidores de la Palabra”. Nuestro Servicio Misionero de la Palabra en la “Nueva Evangelización”.De la iglesiaCIVCSVA = Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica.EG = Francisco, Exhortación Apostólica “Evangelii Gaudium”. A los Obispos, a los Presbíteros y Diáconos, a las Personas Consagradas y a los Fieles Laicos sobre el Anuncio del Evangelio en el Mundo Actual.GE = Francisco, Exhortación Apostólica “Gaudete et Exsultate”. Sobre el Llamado a la Santidad en el Mundo Actual.LG = Concilio Vaticano II, Lumen Gentium. Constitución Dogmática sobre la Iglesia.PF = Benedicto XVI, Carta Apostólica en forma Motu Proprio “Porta Fidei”. Con la que se convoca al Año de la Fe.RM = Juan Pablo II, Carta Encíclica “Redemptoris Missio”. Sobre la Permanente Validez del Mandato Misionero.SC = Concilio Vaticano II, Sacrosantum Concilium. Constitución sobre la Sagrada Liturgia.VC = Juan Pablo II, Exhortación Apostólica Postsinodal “Vita Consecrata”. A los Obispos y el Clero, las Órdenes Religiosas y Congregaciones, Sociedades de Vida Apostólica, Institutos Seculares y todos los Fieles sobre la Vida Consagrada y su Misión en la Iglesia y en el Mundo. |
Notas
[1] Cf. MS, 46-48.Mis
[2] CC 4; 10.
[3] MS 46.
[4] Cf. MS 47.
[5] MS 48.
[6] MS 70, 5.
[7] Cf. MS 65.
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Una comunidad de alianza
Como comunidad estamos llamados a encarnar la relación de alianza de Dios con los seres humanos que encuentra su realización en Cristo. Nuestras relaciones en comunidad no son meramente relaciones humanas vividas a través de esfuerzos y estrategias humanas. Tienen que encarnar la relación de Dios con nosotros y, en su núcleo, reflejan nuestra participación en el amor de Dios, el Padre, el Hijo y el Espíritu.
- Comunidades configuradas por la misión
- La comunidad “oikos”
- La comunidad escuela de discípulos en misión
- Comunidad profética y contemplativa
- Comunidad litúrgica y celebrativa
- Avanzando en el Espíritu. Practicando el discernimiento en la vida personal y en las comunidades
- Liderazgo y organización de la comunidad
- Transformación de conflictos en comunidad
- Perdón y reconciliación en la comunidad
- Celebrando vida y misión en comunidades interculturales e intergeneracionales
- El sueño de ser comunidad
- El misterio pascual en nuestras comunidades