Roma, Italia. El año 1959 se inauguraba el Colegio Internacional Claretiano (Claretianum) de Roma. Poco más tarde el Cardenal Larraona consagraba el altar de la nueva capilla. En el presbiterio destacaba el gran mosaico del Corazón de María en Pentecostés. Una bellísima imagen de 4 metros flotando entre dos nubes, una a sus pies, la otra en lo alto de donde emergían las manos llagadas del Salvador enviando al Espíritu Santo, en forma de paloma, sobre María en actitud de abrazar a sus hijos mientras reparte los dones del Espíritu en forma de llamas. El valioso mosaico era obra de un consorcio de la fábrica de mosaicos del Vaticano llamado Studio Cassio.
El año 2000, debido a las obras de reconversión de una parte del Claretianum en Casa per Ferie, se reformaba la capilla, y con ese motivo se empaquetaba en piezas manejables el gran mosaico del Corazón de María esperando encontrar un lugar adecuado para su reubicación.
20 años después, en diciembre de 2020, el Gobierno General, después de un intento fallido de reubicación del mosaico en la nueva iglesia de Altamura, decidió colocarlo en un digno espacio exterior, visible desde el jardín, y de espaldas al gran mural, también de la venida del Espíritu Santo, pintado por el P. Maximino Cerezo en el ábside de la Capilla de la Curia General. Desde ahí, hoy abraza a la Curia y a la comunidad parroquial, repartiendo generosamente los dones del Espíritu Santo recibidos de manos de su Hijo. El día 16 de enero de 2021, en una sencilla ceremonia, el Padre General, Mathew Vattamattam, bendecía el mosaico con la asistencia de ambas comunidades.
Aprovechando la oportunidad se ha reubicado también la estatua de San José, patrono de la Curia, trasladándolo de la terraza intermedia exterior al jardín del ingreso principal de la Curia.
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