Zamboanga City, Filipinas. La Pastoral Juvenil de los Misioneros Claretianos de la Provincia Fr. Rhoel Gallardo ha concluido recientemente un campamento sobre el liderazgo de tres días, diseñado para potenciar a jóvenes indígenas de diferentes orígenes. Celebrado en la Escuela Claret de Zamboanga City, el «Campamento de Discernimiento de Liderazgo para Jóvenes de Pueblos Indígenas Claretianos» congregó a estudiantes y jóvenes líderes de diversas instituciones y áreas misioneras claretianas de todo el país.
El campamento, que se llevó a cabo del 26 al 28 de abril de 2024, ofreció una plataforma para que la juventud indígena mejorara sus habilidades de liderazgo y celebrase la rica diversidad de sus culturas. Los participantes vinieron de tribus musulmanas como los Tausug, Yakan y Samal, y de tribus cristianas como los Subanen, Bla’an y TagaKaulo.
El evento comenzó con una sesión para «Conocerse», que fomentó el compañerismo entre los participantes a través de dinámicas interactivas. Durante el programa, los asistentes participaron en talleres enfocados en el autoconocimiento, herramientas de liderazgo y habilidades de comunicación, dirigidos por facilitadores destacados como el Hermano Joseph Roy Villarin, CMF, el Padre Elias Ayuban, Jr., CMF, y el Padre Amador Tumbaga, CMF.
Además de la formación en liderazgo, el campamento incluyó actuaciones culturales que destacaron las vibrantes tradiciones de cada tribu indígena. Los participantes se mostraron orgullosos al presentar la belleza y elegancia de sus culturas mediante música, danza y teatro.
El último día del campamento incluyó visitas a icónicos puntos de interés de Zamboanga City, como el Paseo del Mar, el Santuario de Fort Pilar y la Aldea Tejedora Yakan. La jornada concluyó con un almuerzo comunitario en el Parque de la Libertad Climaco, donde se fomentó el sentimiento de unión y experiencias compartidas entre todos los participantes.
Con el cierre del campamento, los jóvenes reflexionaron sobre el impacto de la experiencia en sus vidas, que no solo contribuyó a su desarrollo personal sino que también fortaleció sus habilidades de liderazgo y cimentó amistades duraderas más allá de las fronteras culturales. El evento fue un claro reflejo de la misión claretiana de capacitar a los jóvenes para convertirse en agentes de cambio positivo en sus comunidades.
