San Antonio María Claret tuvo una devoción especial a aquellas mujeres santas que, a pesar de vivir en el claustro, sobresalieron por el celo de la gloria de Dios y de la salvación de las almas que ardía en sus corazones. Una de ellas fue santa María Magdalena de Pazzi, cuya memoria celebramos hoy.
Esta gran mujer y santa nació en Florencia (Italia) el 2 de abril de 1566 de noble familia. Desde niña tuvo una especial sensibilidad por la vida sobrenatural. Tras su primera comunión se entregó para siempre al Señor con una promesa de virginidad.
El 1 de diciembre de 1582 ingresó en la comunidad carmelita de santa María de los Ángeles de Florencia. Al poco, una misteriosa enfermedad, declarada incurable, la llevó a adelantar su profesión. Curada el 16 de julio de 1584, inició una intensa época mística hasta convertirse en una de las más grandes místicas, extáticas y estigmatizadas de todos los tiempos.
Como Catalina de Siena, se sintió también movida a escribir al Papa y a otras muchas personalidades eclesiásticas para llevar a cabo la renovación de la Iglesia y particularmente de los religiosos.
Cinco libros dictados por nuestra Santa conservan sus principales revelaciones y doctrina: Los Cuarenta días, Los Coloquios, Las revelaciones e inteligencias, La prueba y Renovación de la Iglesia además de diversos avisos, sentencias y cartas familiares.
La dura vida de Magdalena fue un continuo martirio por los demás, por la Iglesia, a la que amó apasionadamente. Porque amor es dolor y se ofreció como víctima de amor por los pecadores lanzando el grito: Sufrir y no morir.
La enfermedad la hizo sufrir intensamente los tres últimos años de su vida. El 13 de mayo de 1607, Magdalena recibió el sacramento de la unción. A las dos de la tarde del viernes 25 murió. Junto a su lecho, sus hermanas religiosas rezaron el Símbolo de san Atanasio. Antes de dos décadas, el Papa Urbano VIII la proclamó Beata. En 1669, Clemente IX la incluyó en el catálogo de los santos. Su cuerpo incorrupto es meta de peregrinaciones constantes en Florencia.