Hoy recordamos al venerable P. Jaime Clotet, cofundador de la Congregación. Nació el día 24 de julio de 1822 en Manresa (Barcelona – España) y fue el último de ocho hermanos. Fue bautizado el mismo día de su nacimiento. Realizó los tres primeros años de estudios con los jesuitas de su ciudad natal. Marchó a Barcelona para estudiar retórica y filosofía en el Instituto de segunda enseñanza de la Universidad de esa ciudad.
A los diecisiete años ingresó en el Seminario de Barcelona donde comenzó sus estudios eclesiásticos que luego culminó en Vic. Debido a la situación de persecución de la Iglesia en España, pasó a Francia y a Roma, donde fue ordenado sacerdote el día 20 de julio de 1845. Al regresar a España fue destinado, en julio de 1846, como Vicario del Ecónomo de Castellfollit del Boix, parroquia situada frente a Monserrat. En 1847 fue nombrado Cura Ecónomo de Santa María de Civit, otro pueblecito situado entre las montañas.
Estos cuatro años de ministerio fueron pastoralmente muy buenos para él, pero en su corazón latía una fuerte inquietud misionera. Por ello, en junio de 1849, expuso a su Obispo Dr. Jaime Passarell sus deseos de dejar la parroquia. El momento de interrupción de su ministerio fue providencial: le permitió ponerse en contacto con el P. Claret, que estaba a punto de fundar una nueva Congregación. De hecho, encontramos al P. Jaime Clotet el 16 de julio de ese mismo año formando parte del grupo de cofundadores; era el más joven de todos. El P. Clotet descubrió por fin su vocación misionera y encontró en la nueva Congregación el mejor lugar para vivirla.
Durante sus primeros años de ministerio en la Congregación se entregó por entero a las misiones populares, a los ejercicios espirituales y, sobre todo, a la catequesis, ministerio para el que se sentía especialmente capacitado. El P. Clotet se sintió plenamente compenetrado con el espíritu y el estilo de vida claretianos, alternando meses de estancia en casa, dedicados a la oración y al estudio, con otros consagrados a la predicación misionera.
El P. Clotet fue el primer Subdirector de la Congregación, siendo elegido para tal servicio en 1858, cuando el P. Xifré fue elegido Superior General después de la muerte del P. Esteban Sala; y desempeñó este cargo durante 30 años consecutivos.
El amor filial que tuvo al P. Claret lo llevó a desvivirse por recopilar todos los datos y testimonios que permitieran reconocer su santidad y así iniciar su proceso de beatificación. El material recogido fue abundante; el trabajo del P. Clotet fue sorprendente e infatigable.
Su vida reflejó siempre un halo de santidad evangélica. Su aportación fue crucial en la historia naciente del Instituto y en la transmisión viva y entusiasta de nuestro carisma original. Vivió con gozo y plenitud su identidad claretiana como hombre contemplativo y apóstol misionero.