Hoy entramos en el segundo día de la etapa «¿Dónde estamos?». Comenzamos con una meditación sobre el ícono bíblico de la Anunciación encontrado en Lucas 1:26-28 que fue guiada por la Sra. Carolina Sánchez Miranda, HICM, y el P Gonzalo Fernández, CMF.
Después de reflexionar ayer sobre «Lo que está drenando nuestra vitalidad», esta mañana nos hemos centrado en «Lo que nos nutre». El P. Anthony Igbokwe, CMF, ha llevado a los participantes a una renovada apreciación de lo que sostiene y nutre a los Misioneros Claretianos, considerando nuestra espiritualidad como un camino de vida. El intercambio grupal que siguió reflejó a Jesús como fuente de vida, como centro de nuestra espiritualidad, invitándonos a participar y ser nutridos en la mesa de la Palabra, del Pan, del Amor Fraterno, en el Corazón de la Virgen María y en la Misión.
Por la tarde se llevaron a cabo cinco talleres diferentes e interesantes en Escribania. Los facilitadores y participantes del Congreso trabajaron simultáneamente en diferentes temas: La Palabra acogida, estudiada, rezada y proclamada (P. Rowland Onyenali, CMF); La Misión como matriz de nuestra espiritualidad (P. Dominc Koottiyaniyil, CMF); El arte y la belleza como acceso a Dios (P. Mariano Sedano, CMF); Los pobres y las periferias como epifanía de Dios (P. Joseph Jeyaseelan, CMF); y El camino sinodal de la Iglesia (P. Ángel Garachana, CMF).
La misa de la tarde fue presidida por el P. Amador Tumbaga, CMF. En su homilía, compartió la vida y el martirio del Padre Rhoel Gallardo, misionero Claretiano de Filipinas que murió mártir en 2000. Todos fuimos invitados a reflexionar sobre lo que lo nutrió, sostuvo y lo hizo permanecer firme hasta el final, dando testimonio de su fe en Jesús. También se rezó la oración para su beatificación durante la misa.
La última actividad del día fue la danza contemplativa facilitada por la Profesora María Victoria Hernández. A través de movimientos corporales contemplativos, llevó a los participantes a una forma distinta de alabar y agradecer al Señor.