Hoy hemos celebrado la fiesta de San Benito, patrón de Europa y de la Vida Contemplativa occidental. Evocamos su memoria en la oración de la mañana, que tuvimos en el salón de actos de Museo de Vic. En seguida, Edgardo Guzmán, cmf y Pedro Beloderraín, cmf nos presentaron los resultados de la encuesta, que se realizó a la Congregación con ocasión de este Congreso de espiritualidad. La nota general de la salud espiritual de los misioneros es aprobatoria, pero las miradas, más en detalle, que echamos a los resultados nos invitan a ser cuidadosos de los dinamismos espirituales contenidos en nuestros documentos.
En un segundo momento de la mañana tuvimos una iluminadora reflexión titulada: “¿Qué nos está quitando vitalidad?”, a cargo de Paulson Veliyannor, cmf y Jolanta Kafka, rmi. A partir de la parábola del trigo y la cizaña y de personajes bíblicos como Elías, Jonás y Pedro, tan santos como frágiles, pudimos nombrar y reflexionar las cizañas que van creciendo, junto al trigo, en nuestros campos propios. Mencionamos: inercia y asfixia espiritual, mundanidad espiritual y material, acedia misionera, cultura del cotilleo, etc. Y para que no se nos quede en solo ideas, seguidamente, pasamos a profundizar y comentar estos temas en grupos de vida, dividos por idiomas. ¿Qué cizañas descubrimos en nuestras vidas personales, comunitarias y como organismos? ¿Cuál es el motivo de la persistencia de estas “malas hierbas”?
Por la tarde, voluntariamente, algunos participaron de una visita especial al Palacio municipal de Vic, donde pudieron contemplar historia y arte de la ciudad. A las 16:30, volvimos a los locales de la Escribanía para los distintos talleres vespertinos: “Enfermedades heridas y adicciones contemporáneas”, “Uso infecundo del tiempo: desorden y distracción”, “La falta de comunicación como problema espiritual” y “La cultura de la indiferencia y el descarte”.
Finalmente, de regreso al templo votivo al P. Claret, y después de la oración de vísperas, celebramos la Eucaristía. Presidió Mons. Ángel Garrachana. En su homilía hizo una comparación entre San Benito, el P. Claret y nuestro tiempo. La lectura transversal giró en torno a la experiencia de juventud, proceso de maduración, paternidad espiritual y la misión que va de la estabilidad a la itinerancia.
Y para concluir la jornada, nos dirijimos al comedor de la Casa de espiritualidad para una merecida cena.
Equipo de comunicación