1. Hagamos una pequeña pausa. Sintamos nuestra conexión con la creación. El mundo y todo lo que contiene son extensiones de Dios. Todas las criaturas son aliento e imagen de Dios. Estamos entretejidos. Así, cualquier muestra de amor hacia la creación es un acto de amor hacia uno mismo. Cualquier daño que se le hace también me daña a mi. Esta experiencia de unicidad-comunión es contemplación. La misión de la Justicia, la Paz y la Integración de la Creación (JPIC) es el iniciar, desde esta experiencia de comunión, acciones para reducir el sufrimiento e incrementar el gozo del otro.
2. La Creación como Cuerpo de Dios: Es un hecho establecido que el mundo creado es el cuerpo de Dios. La narración bíblica de la creación dice que la tierra estaba informe y vacía “y el espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas” (cf. Génesis 1:2)
2a. Un átomo se asemeja a dios y comparte vida. La anatomía del átomo puede ser muy simple.
En su núcleo hay un centro. En medio del núcleo hay un protón (carga positiva) y un neutrón (sin carga); el electrón (carga negativa) se mueve alrededor del núcleo. El núcleo se asemeja al agua mencionada en el relato bíblico de la creación. El electrón es el espíritu de Dios que se movía sobre las aguas. El protón y el neutrón hacen referencia al origen de la vida. La Teoría de la Evolución nos dice que la vida surgió primero en los océanos y posteriormente colonizó la tierra. El átomo se asemeja a la imagen de Dios. El protón, el neutrón y el electrón son una extensión del Dios Trinitario.
El átomo, aparentemente muerto, está lleno de vida. Cuando en 1942 Enrico Fermi produjo la primera reacción en cadena en el laboratorio de la Universidad de Chicago, hubo una emanación de energía, emanación de vida. El átomo comparte la energía que surgió en el Big Bang, la explosión primordial. Ahora entendemos porque a la primera Bomba Atómica detonada se la llamó Trinidad. Cómo el átomo está vivo, todo lo que está hecho de átomos está vivo: agua, tierra, éter, aire y fuego están llenos de vida. La destrucción del ecosistema es mera autodestrucción.
2.b. Las plantas tienen conciencia, como los seres humanos:
Mónica Gagliano, una bióloga evolucionista de la Universidad de Western Australia afirma que las plantas detectan el agua por el sonido de su fluir y mueven las raíces en dirección al agua. Ha establecido que las plantas oyen. ( Marta Zaraska, Can Plants Hear? Flora may be able to detect the sounds of flowing water or munching insects, Scientific American, 17/5/2017).
El profesor Edgar Wagner, botanista de la Universidad de Friburgo, Alemania, ha demostrado que las plantas tienen sentido del dolor. Colocó un electrodo en una planta y lo conectó a un ordenador para grabar las señales provenientes de la planta; seguidamente quemó una hoja. Sorprendentemente, como ocurre con los seres humanos, la planta herida reaccionó a la quemadura de la llama produciendo una señal eléctrica (https://www.liveleak.com/view?i=6c9_1413114809&comments=1).
2.c. Los animales comparten la conciencia. Un estudio de Academia de las Ciencias de los EE.UU (PNA) sugiere que los monos poseen un cierto grado de autoconciencia corporal y son capaces de reconocer su imagen reflejada en un espejo. La prueba del espejo (MSR, siglas en inglés) es generalmente considerada como una habilidad cognitiva intrínseca. Monos Rhesus, tras ser entrenados, son capaces de reconocer su imagen en el espejo y son capaces de explorar partes de su cuerpo que serían de otro modo invisibles (http://www.pnas.org/content/114/12/3258).
3. Todo comparte el ADN de Dios: La creación entera comparte el ADN de Dios y del Cosmos. Así, los seres humanos no pueden reivindicar superioridad sobre el resto. Quizá sean las plantas y animales los que pueden reivindicar superioridad sobre los seres humanos. Un árbol del mango no puede cambiar su naturaleza; continua dando el mismo fruto. Mientras, los seres humanos se destruyen a sí mismos y el mundo creado. Los seres humanos han manipulado los genes de las plantas, animales y pájaros. Sus semillas y huevos no contienen vida, han quedado estériles, improductivos. Al consumir estos productos sin semillas, estériles, los seres humanos también han quedado estériles, perdiendo sus capacidades reproductivas. Así pues, puede que otras criaturas sean superiores a los seres humanos.
4. Contemplación es experimentar unicidad/comunión: A través de la contemplación uno tiene que experimentar esta conexión y unicidad/comunión entre Dios y cosmos. Tengo que darme cuenta que soy una extensión de Dios y el cosmos. Por otro lado, uno tiene que darse cuenta que el macrocosmos, que es producto de quince mil millones de años de evolución, está dentro de uno mismo. Sólo cuando crezco en esta concienciación de la “mutua inhabitación” (indwelling) de lo cósmico y lo divino, puedo crecer en amor y compasión por todas las formas de vida, incluyendo las personas.
5. El mantra de la misión de Jesús: De Jesús aprendemos que la acción social tiene que nacer de la experiencia contemplativa. La contemplación ha de ser parte del quehacer cotidiano del misionero. Lucas evangelista resume así la rutina diaria de Jesús, “Jesús fue a una montaña a orar y pasó la noche…Al amanecer, llamó a sus discípulos y eligió a doce de ellos, a los que designó apóstoles…Bajó con ellos a un llano…[congregando] Un gran número de gente de toda Judea, Jerusalén y la zona costera de Tiro y Sidón que habían venido a escucharle y ser curados de sus enfermedades. Los poseídos quedaban sanados…una fuerza salía de él y los curaba a todos” (Cf. Lc. 6:12-19).
Aquí descubrimos el mantra de la misión de Jesús; estuvo en comunión con Dios toda la Noche,convocó a la nueva comunidad de discípulos en la Mañana, y con ellos sirvió al pueblo en la Tarde y el resto del día. La fórmula misionera de Jesús es Soledad de Noche, Comunidad en la Mañana y Misión conjunta en la Tarde.
5.a. Noche (Soledad): Aunque en la misa diaria oramos para que vivamos protegidos de toda perturbación, estamos inquietos y preocupados. Cuando en la contemplación nos encontramos con uno mismo, vemos las causas y el poder de nuestras perturbaciones y sufrimientos. También nos encontramos con la Imago Dei original que está impresa en nosotros. Así, el camino interior se convierte en una peregrinación para comprender el falso yo con el que luchamos, y encontrar la bendición original de ser en el Hijo de Dios. El falso yo dice que somos lo que hacemos, que somos lo que otros dicen que somos y que somos lo que poseemos. Esta imagen falsa dista mucho de la gracia original. Este falso yo nos convierte en forasteros en nuestra propia casa. La liberación no consiste en huir del yo inquieto, sino en colocarnos en el regazo de Dios.
El cuerpo humano es Maya, Anitya, Impermanente: en la contemplación nos damos cuenta que somos impermanentes, Maya, Anitya. La experiencia de impermanencia ayuda al ego a evaporarse. Daniel Glazer fue un Físico estadounidense y profesor en la Universidad de Michigan. Al verter cerveza en un vaso, las burbujas llamaron su atención. Las paredes de las burbujas eran brillantes pero no duraban mucho. Pensó que si las burbujas duraran lo suficiente, se podría observar el movimiento de las partículas subatómicas presentes en las paredes de las burbujas. Para ello en 1952 desarrolló la Cámara de Burbujas en la que las burbujas duraban más tiempo antes de deshacerse. La cámara tenía una ventana de cristal. Con un microscopio observó el movimiento de las partículas subatómicas. Sorprendido, observó como las partículas aparecían y desaparecían; morían las más viejas y surgían otras nuevas; había muerte y resurrección. La invención de la Cámara de Burbujas fue el inicio de posteriores estudios atómicos. Su descubrimiento le hizo merecedor del Nobel de Física en 1960.
Su investigación también trajo consigo una revolución espiritual. El cuerpo humano está compuesto de 100 billones de células. No son estáticas; a la par que las viejas mueren, nacen otras nuevas. La vida media de las células del aparato digestivo es de sólo dos días, dos semanas para las de la piel, cuatro para la sangre y las más longevas son las células de los cartílagos y de las articulaciones. Esta es la razón por la que los desgarros en la boca se curan pronto mientras que los cartílagos necesitan mucho tiempo. Así, muerte y resurrección cohabitan continuamente en nosotros. Sensaciones como picor, dolor o placer están causadas por la muerte y el nacimiento de células. En la contemplación uno se da cuenta que el cuerpo es impermanente, maya, amitya. Este descubrimiento lleva a la evaporación gradual del Ego.
5.b. Mañana (Comunidad): Al contemplar caigo en la cuenta de que no soy el único amado por Dios, soy amado por Dios como uno más en medio de la multitud; igualmente descubro que cada persona es manifestación de ese amor trascendente. Así, si veo a un miembro de mi comunidad que es repugnante, grosero, carente de modales misioneros, entonces soy yo el que tiene la vista defectuosa pues cada uno es valorado, amado y afirmado por Dios junto a sus limitaciones de la carne.
La falta de afirmación de valor del otro, hace que la vida comunitaria quede a merced de la tempestad y sus sacudidas, causando desilusión y cansancio. En la petición de dispensa de los votos religiosos la causa más comúnmente mencionada es el cansancio de la vida comunitaria y no los problemas de celibato, crisis de fe, etc.
“Si el Señor no construye la casa, en vano se cansan los albañiles; si el Señor no guarda la ciudad en vano vigilan los centinelas” (Sal. 127, 1). Sólo podemos construir comunidad con la ayuda divina. Podemos llegar a ser una comunidad fraterna a través de la fidelidad a prácticas contemplativas.
5.c. Tarde (Ministerio): Lo que percibimos en la oración se visibiliza en la Misión. El movimiento introspectivo nos impele al exterior, hacia la gente, portando compasión, esmero y alivio. La contemplación mueve a la acción, la espiritualidad se hace ministerio y por la mística deviene en Profecía.
6. Henri Nouwen en su libro “Aquí y Ahora: Vivir desde el Espíritu” utiliza la rueda del carro como símbolo para explicar lo que significa llevar una vida espiritualmente equilibrada. Una vida espiritualmente equilibrada es aquella que se vive desde el Centro. El cubo o eje central de la rueda representa nuestro centro contemplativo. Desde este centro la acción se extiende a través de los radios, llegando a la humanidad y al mundo. Desde este centro movilizamos energías hacia el exterior. Sin el cubo los radios perderían su anclaje y la rueda carecería de tracción. Por otro lado, sin los radios el movimiento del cubo central sería irrelevante. Así, la Contemplación es el cambio que transforma todo.
7. Métodos de meditación: Son varios los métodos contemplativos a disposición y entroncan tanto con el catolicismo como con las tradiciones orientales. Es necesario aprender y practicar regularmente. El tiempo recomendado de práctica diaria es equivalente a la edad; a los 30 años se ha de meditar al menos unos 30 minutos. A continuación, algunos materiales de los que podemos hacer uso:
Oración Centrante por Thomas Keating: https://www.contemplativeoutreach.org/calendar
Centro para la Acción y la Contemplación, por Richard Rhor: https://cac.org
Vipasana: (Localitá Veriolo, Strada Prov.le 29, Lutirano-50034,Maradi(FI), Italy) : http://www.dhamma.org/en/schedules/schatala.
8. Oremos para que seamos bendecidos con la experiencia de decir como Jesús “En verdad, en verdad os digo que antes que Abraham fuese, yo soy” (Lc. 8:58); “No temáis a los que matan el cuerpo” (Mt. 10:28). Sólo aquellos que son místicos y mujeres u hombres de acción pueden decir esto desde su propia experiencia.
(S. Vincent Anesthasiar,CMF , Secretariado para JPIC, Misioneros Claretianos Curia General, Via Sacro Cuore di Maria, 5, 00197 Roma, Italia)