El centro se completó en el año 1980 y fue inaugurado por el entonces presidente de la nación Julius K. Nyerere, el Padre de la Nación. Después de su inauguración fue entregado a la diócesis en el año 1982. La diócesis estuvo al frente del centro hasta 1994 y mantuvo el espíritu de su misión y filosofía de dar formación holística al laicado de la diócesis. Sin embargo, la diócesis ya no podía manejar el centro debido a la falta de su situación personal y financiera. Por lo tanto, fue entregado a los claretianos en el año 1994.
La construcción de la cocina y el refectorio con instalaciones funcionales se llevaría a cabo en la escuela primaria Bakhita, región de Musoma, en Mara – Tanzania. La región de Mara nació poco después de la Independencia. Fue creada junto con Mwanza y Kagera de lo que entonces era la Provincia de los Lagos, llamada así en honor al Lago Victoria. En el área continental es una de las regiones más pequeñas con 19,566 km2. Comprende un 2,2% de la superficie terrestre continental. El número de mujeres beneficiarias directas será de 605.
Objetivo principal: Proporcionar un ambiente donde los alumnos, profesores y todo el personal puedan cenar juntos, lo suficientemente grande como para comer de forma segura y disfrutar de una comida saludable.
Objetivos:
- Reunir a las personas en un gran espacio donde puedan socializar con otros mientras cenan juntos en el refectorio.
- Para enfatizar la unidad y cooperación de los alumnos en un tiempo de expansión, y para acomodar una adecuación entre los alumnos, maestros y personal.
- Para mejorar el cuidado de la salud de los alumnos que asisten al dispensario varias veces debido al peligro de los alimentos porque comen comida sucia.
- Para aumentar el número de alumnos que aprueban sus exámenes debido a la asistencia a clase todos los días.
- Proporcionar un entorno seguro para la educación de los niños de la guardería Bakhita.
- Mejorar la calidad de vida brindando a la comunidad un cuidado de la salud decente y asequible mediante la compra de equipo y medicamentos esenciales
Actividades:
- Construcción de una cocina limpia y espaciosa y un refectorio que mejorará el ambiente limpio y saludable de los niños para comer.
- Enyesado del edificio dentro y fuera
- Pintura del edificio
- Reparar los accesorios eléctricos con luces LED para reducir el costo de la electricidad y la instalación de artefactos eléctricos.
CELEBRACIÓN LITÚRGICA
Mc 10, 13-16
Le presentaban unos niños para que los tocara; pero los discípulos les reñían. Mas Jesús, al ver esto, se enfadó y les dijo: «Dejad que los niños vengan a mí, no se lo impidáis, porque de los que son como éstos es el Reino de Dios. Yo os aseguro: el que no reciba el Reino de Dios como niño, no entrará en él.» Y abrazaba a los niños, y los bendecía poniendo las manos sobre ellos.
Reflexión:
Un descenso en la población de niños podría ser el indicador de una inminente extinción. Más que la esperanza que los niños inspiran, es la alegría celestial habitual que difunden. En el texto anterior, la palabra griega, que se traduce para significar niños, se usa a modo de cariño. A diferencia de los discípulos, estamos invitados a recibirlos y dirigirlos aún más a Cristo. Jesucristo es el Camino, la Verdad y la Vida (véase Juan 14: 6), y no se debe negar a los niños el acceso a él. Es responsabilidad de quienes están a cargo de los niños que se cuiden de que los niños reciban nutrición integral para su bienestar integral. Más que la imposición de manos sobre los niños que los rabinos también hicieron como un signo de bendición, la calidez del abrazo del autor de todas las bendiciones (Jesucristo) debe haber llenado los corazones de los niños (y sus padres) con el alegría que solo él puede dar.
Con una referencia precisa a los niños, Jesús acompaña su acción con la siguiente afirmación clara: a ellos pertenece el Reino de Dios. Con estas palabras, señala algo acerca de los niños que cada buscador del reino debe inculcar. Por lo tanto, siguiendo a Cristo que abrió sus brazos a los niños, también podemos recibirlos y bendecirlos atendiéndolos para su educación, sus necesidades básicas y llevándolos a Cristo, entre otros medios. De hecho, el evangelista pone la parábola justo después de un discurso sobre el divorcio, un factor que afecta en gran medida al crecimiento de los niños. El difunto Lucky Dube cantó sobre la necesidad de cuidar a los niños «… ¡Es un invierno frío, hombre! ¡moviéndose descalzo en la calle, hombre! ¡Su padre se relaja en el mejor bar de la ciudad y les pide que llenen su copa, hombre! Su madre se está besando con otro hombre. Si realmente no quieres tener hijos, ¿por qué los tienes? Si no puedes cuidarlos, ¿por qué …? »
Oración de intercesión:
El abrazo con el que Cristo recibió hijos es una invitación a un cambio radical en nuestra percepción de los niños. Incluso los presenta como modelos a seguir para nosotros. A veces solo los vemos en términos de «futuro», pero de hecho el usarlos como un modelo a seguir, nos invita a aprender de ellos aquí y ahora. Busquemos su Gracia para abrazar este regalo precioso para nosotros, el regalo de los niños:
Lector: Señor Jesús, enséñanos a amar y cuidar a los niños con toda pasión.
Respuesta: Que nunca les impidamos que lleguen a ti
Lector: Señor, ayúdanos a ser lo suficientemente humildes incluso para aprender de los niños más pequeños.
Respuesta: Que nunca les impidamos que lleguen a ti
Lector: Señor Jesús, danos la gracia de guiar a los jóvenes hacia ti, con nuestras palabras y acciones.
Respuesta: Que nunca les impidamos que lleguen a ti
Lector: Señor Jesús, ayúdanos a ser sensibles a las necesidades de todos los niños con quienes nos topamos a diario.
Respuesta: Que nunca les impidamos que lleguen a ti
Lector: Por los niños huérfanos, víctimas de guerra, catástrofes naturales, discapacitados y forzados al trabajo infantil; el Señor Jesús nos ayude a abrazarlos y cuidarlos en lo que podamos.
Respuesta: Que nunca les impidamos que lleguen a ti
Oremos
Te damos gracias Señor Dios por el regalo de los niños. Reconocemos nuestras deficiencias al no proporcionarles la atención integral y el amor que merecen. Concédenos tu gracia para darles la bienvenida con los brazos abiertos, para bendecirlos con nuestras palabras y ejemplos y para aprender de ellos la sabiduría del Reino. Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor, Amén.
