Truskavets, Ucrania. Una vez más, el Provincial de Polonia, P. Piotr Bęza, CMF, nos pone al día sobre la situación claretiana en Ucrania y la implicación de la Congregación en la misión humanitaria. Los datos proceden de las dos zonas de Truskavets (Ucrania) y Boryslav (Polonia) donde los claretianos están presentes y donde los colaboradores están realizando todas estas obras humanitarias.
A continuación, las noticias del P. Wojciech Kobyliński CMF, Superior de la comunidad claretiana de Truskavets:
Queridos hermanos
En primer lugar, quiero agradecerles mucho, en mi nombre y en el de mis cohermanos, su apoyo, tanto material como sobre todo espiritual.
Permítanme empezar diciendo que vivimos en una de las zonas actualmente más seguras del país. Es un centro turístico al pie de los Cárpatos, cerca de la frontera polaca, a 80 km al sur de Lviv. Hasta ahora no hemos visto ningún soldado ruso “liberador” (¡y sería mejor que se quedara así!). Por este motivo -la seguridad-, últimamente acuden a Truskavets personas procedentes de zonas en guerra (sobre todo de Kiev), y nuestra ciudad vive un auténtico asedio (es difícil atravesarla en coche) y no paran de llegar nuevos refugiados. Los refugiados ricos viven hacinados en hoteles sanatorios e internados, mientras que los pobres y los que llegaron más tarde acampan en las escuelas: en salas y pasillos (Anoche había -15ºC). A menudo, estas personas han huido de sus casas a toda prisa y sólo se han llevado la cantidad de cosas que han podido meter en una maleta. Las tiendas funcionan, pero los precios de los productos empiezan a subir rápidamente.
Las Hermanas de Boryslav (nuestra segunda parroquia) organizan transportes con ayuda humanitaria desde Polonia. Aquí, en la parroquia, cargamos estas cosas en furgonetas y minibuses más pequeños y los enviamos más al este, donde las necesidades son aún mayores y la situación a menudo más dramática.
Por el momento no nos afecta directamente la guerra y por eso el trabajo parroquial es básicamente el de siempre (hay más oración), aunque muchos feligreses, sobre todo familias con niños, ya han partido hacia Polonia. Sin embargo, es importante tener en cuenta que esta situación no terminará mañana y que la reconstrucción del país llevará muchos años. De hecho, en nuestra opinión, la guerra tiene poco que ver con los informes sensacionalistas del frente.
Escribo sobre esto porque, apenas dos semanas después del ataque de Rusia a Ucrania, a medida que las emociones comienzan a calmarse, ya se plantean preguntas en algunos sectores sobre el sentido de continuar esta guerra: ¿Por qué Ucrania no se rinde y deja que todos los que la rodean vivan en paz y hagan negocios?
Los ucranianos son un pueblo orgulloso y libre que ha sufrido mucho dolor y ha derramado mucha sangre en su historia. Ucrania y Polonia están unidas por una historia común, aunque a veces muy difícil. A lo largo de los siglos, se ha intentado dominar a los ucranianos, pero a pesar de las grandes presiones, han mantenido su carácter cultural y religioso (la mayoría son greco-católicos). Sólo han pasado treinta años desde su independencia, después de casi cuatro siglos, pero a pesar de los muchos problemas que aquejan a su país (corrupción, pobreza), han conseguido deleitarse con la libertad y la posibilidad de la soberanía. Por esta libertad, la mayoría de ellos están dispuestos a dar su vida, y ninguno quiere volver a caer bajo la ocupación rusa (incluso los que admiten sus raíces rusas). Sólo por eso merecen respeto y apoyo.
Con saludos fraternales – P. Wojciech Kobylinski, CMF
Trusavets, Ucrania
En su última comunicación, el Padre Piotr dijo que en cuanto a la ayuda en Polonia, “ayudamos proporcionando refugio en nuestras comunidades (actualmente en el seminario de Wroclaw – 10 personas, Lodz – una madre con un hijo discapacitado, Kudowa Zdroj – 3 personas, Varsovia – ayuda para la familia de nuestra cocinera (unas 20 personas) que llegó a Polonia).” Además, ayudan comprando lo necesario para la vida diaria, ya que la mayoría de los que llegan a Polonia no traen prácticamente nada. Así que compran ropa, medicamentos, productos de higiene, alimentos.
Toda esta ayuda está coordinada por el Ecónomo Provincial, el Hermano Tadeusz Lihs CMF, junto con un equipo de voluntarios. Hasta la fecha, más de 100 personas (sin contar las que viven con ellos) ya se han beneficiado de su ayuda.
“Somos conscientes de que sólo somos un pequeño fragmento del enorme número de personas que han proporcionado refugio y ayuda a más de 1,6 millones de refugiados de Ucrania.”
La Provincia Polaca de los Misioneros Claretianos está muy agradecida por la abrumadora ayuda que les llega y que les permite ayudar a los necesitados. De varias partes del mundo (España, Hong Kong, Alemania, Polonia) han recibido ya casi 100.000 euros. Intentan disponer de ellos con prudencia, sabiendo que estos dramáticos acontecimientos pueden llevar mucho tiempo.
Dijo al final del comunicado:
