Roma, Italia: Como hacen habitualmente un sábado al mes durante el periodo lectivo, los misioneros claretianos de la curia general han celebrado el 11 de febrero su encuentro mensual de formación permanente, que coincidía en esta ocasión con el aniversario de la aprobación por la Santa Sede de las Constituciones de la Congregación (en 1870 y en 1982).
Este sábado ha animado la sesión el P. Juan José Gutiérrez Quinteros CMF, licenciado en teología bíblica por la Universidad Gregoriana de Roma y miembro del Equipo Parroquial de la Basílica del Inmaculado Corazón de María de Roma. El P. Juan José, salvadoreño de origen y hoy claretiano de la provincia de Sanctus Paulus, ha ayudado a la comunidad a profundizar en el evangelio según san Mateo, que este año ocupa un lugar central en las celebraciones dominicales.
En los últimos meses la comunidad se ha acercado en diversas sesiones a la constitución apostólica Praedicate Evangelium, ayudada por el P. Joseph Koonamparampil CMF, a la carta Desiderio desideravi (guiada por el P. Matías Augé CMF) y a la preparación de la asamblea sinodal sobre la sinodalidad. Durante el curso 2021-2022 la comunidad fue repasando los diversos párrafos del sueño discernido en el XXVI Capítulo General. En la primera sesión de 2023, aprovechando que pasaba unos días en Curia, la formación permanente tuvo como invitado especial al Cardenal Aquilino Bocos, que respondió a las preguntas de los asistentes sobre la Iglesia, la situación de la vida religiosa y la historia reciente de la Congregación y su previsible futuro.
En la próxima sesión, prevista para el 11 de marzo, los participantes conocerán de primera mano la actual realidad de la Congregación en tres naciones del mundo, que será presentada por misioneros procedentes de los diversos continentes. Con la sesión la comunidad celebrará el aniversario de la creación en 1923 de siete provincias claretianas en África y América.
A la hora de elaborar su proyecto comunitario anual, la comunidad encomienda a una pequeña comisión la elección de los temas del año, con los que se pretende seguir de cerca la realidad del mundo y de la Iglesia. Normalmente, un sábado al mes, los claretianos de la Curia intentan renunciar a otras actividades y dedicar juntos hora y media a la formación permanente. Aunque supone pequeños sacrificios la experiencia, a la larga, suele ser positiva y estimulante.
