Freirina, Chile. Con la bendición del Obispo claretiano de Copiapó don Gaspar Quintana y una festiva participación de la comunidad local, fue inaugurado en Freirina, norte de Chile, el centro de salud Padre Mariano Avellana.
Se trata de una iniciativa materializada con gran generosidad y entusiasmo por una esforzada pequeña empresaria minera,
doña Ana Puga, quien conoció al Padre Mariano como por casualidad. Mientras realizaba faenas de explotación en una mina de su propiedad cercana a Freirina, doña Ana encontró en el socavón un folleto sucio y arrugado que daba a conocer al Padre Mariano. Impresionada al conocer que se trataba de un venerable misionero que había evangelizado sin descanso a los enfermos, presos y más pobres hasta dejar su vida cerca de esa mina, terminó convertiéndose en una ferviente impulsora de su Causa.
Tras constatar grandes carencias de salud pública entre los 6.000 habitantes de Freirina, doña Ana financió la habilitación de un centro de salud familiar con el nombre del Venerable, dedicado de forma preferencial a los adultos mayores. Involucró en el proyecto al director local de Salud, Juan Pablo Rojas, quien pronto se transformó también en un gran devoto del futuro santo claretiano.
Ambos lograron de la Municipalidad local la cesión de un edificio en desuso, cuya restauración y equipamiento técnico para el tratamiento y estimulación kinésica de adultos mayores, incluido un sillón dental, financió doña Ana Puga. El próximo paso será crear la Fundación Padre Mariano Avellana, para asegurar el financiamiento de la obra y apoyar la causa de beatificación de nuestro insigne misionero.
El Venerable Padre Mariano falleció en el ya desaparecido pueblo minero de Carrizal Alto, cerca de Freirina, el 14 de mayo de 1904. De sus más de 700 misiones registradas en Chile, 400 las predicó en el norte del país, donde fue conocido como “el Santo Padre Mariano” y “el Apóstol del Norte”. Freirina forma parte hoy de la diócesis de Copiapó, a cargo de don Gaspar Quintana.