Donostia, España. La Cruz de Lampedusa, es una cruz construida con los restos de una barca en la que personas migrantes naufragaron en octubre de 2013 frente a la costa italiana.
Esta cruz se construyó para honrar a los más de 300 fallecidos en el naufragio, se convirtió en el símbolo del drama de la migración cuando el Papa Francisco la bendijo y la utilizó como báculo en su visita a Lampedusa. En este viaje, Francisco invitó a que la cruz viajara a lo largo del mundo para que no se olvidara el mensaje de transmitir la “solidaridad y paz entre las ciudades, comunidades, parroquias y culturas”.
Hemos tenido el honor de recibirla en Guipúzcoa del 5 al 25 de marzo y que nuestro párroco la haya solicitado para hacer oración con los alumnos de Claret ikastola y haya permanecido en la parroquia Mariaren Bihotza durante el día 7 de marzo.
Lo que hemos sentido al orar ante la cruz es difícil de describir: emoción, alegría, dolor, impotencia, ganas de seguir luchando por los derechos de todas las personas…
Junto a la cruz hemos podido redescubrir juntos la cruz como símbolo del dolor humano y reencontrarnos con la belleza y el
valor de nuestros hermanos migrantes que cada día mueren intentando cruzar el Mediterráneo buscando una vida mejor.
Además, el día 17 de Marzo las parroquias del barrio de Gros junto con varios colegios de la zona realizaremos una marcha con la cruz para reivindicar ese mensaje de solidaridad, respeto e igualdad entre personas, razas y colores que el Papa Francisco nos enseña. Cómo él mismo dijo el día que bendijo la cruz, lo que pasa tanto en la frontera de Lampedusa como en otras muchas fronteras… ¡es una vergüenza!
Escrita por: Begoña Garde