El modo como terminó, después de 26 años, la Guerra de Sri Lanka no fue gratificante. Además de las muchas vidas inocentes que se perdieron, mucha gente quedó sin hogar, huérfanos o viudas. Miles de personas quedaron sin miembros, piernas, brazos o manos, condenados a vivir el resto de sus vidas con uno o más de sus órganos dañados, mutilados o inválidos. El suministro de raciones secas y de otros artículos que fueron vitales por algún tiempo, no era la solución permanente para sus problemas y empeños.
Necesitaban de manos compasivas que los abrazaran tal y como han quedado. Querían corazones comprensivos y magnánimos que respetaran su dignidad aunque fuesen minusválidos. Deseaban una atención amorosa más que una solución de urgencia. Buscaban una luz al final del túnel… en otras palabras, como dice el refrán popular, “no hay mal que por bien no venga”… Es con este telón de fondo de duras circunstancias y de ardientes expectativas como surgió VAROD (Organización Vanni de Rehabilitación para quienes tienen Diferentes Habilidades) como un esfuerzo ministerial claretiano en línea con el estilo tradicional de la Congregación de afrontar lo más necesario, oportuno y eficaz. Comenzó en mayo de 2009.
VAROD tuvo unos comienzos muy humildes, con unos pocos residentes, que vivían en una casa alquilada con un claretiano que era su compañero, su cabeza y su riqueza. Cuando se inició, no había terreno, ni despacho, ni personal entrenado o experimentado, ni entradas de fondos fijos. El proyecto en que nos embarcábamos era grande, sin lugar a dudas. Es importante decir que Sri Lanka ha llegado a ser Delegación dependiente de la Provincia de Alemania este mismo año y que la Congregación ha estado presente en el país a lo largo de los 20 últimos años. Hasta febrero de 2012 se llamaba la Misión de Sri Lanka.
1. ¿Qué es y dónde está VAROD?
El documento del último Capítulo General “Hombres que arden en caridad” reafirma la prioridad de la Congregación a favor de la solidaridad profética con los pobres, los marginados y aquellos cuyo derecho a la vida está amenazado. Esta prioridad de la Congregación se hace realidad a través del ministerio de VAROD. “Hacer posibles mejores modos de vida” es el lema de VAROD. Su nombre deja bien claro cuál es su misión: la rehabilitación de la gente con minusvalías físicas (y mentales) principalmente debido a la guerra, pero también por causas naturales. VAROD no los llama minusválidos sino “con habilidades diferentes” o gente con posibilidades alternativas. La actividad de VAROD se desarrolla en la parte norte de Sri Lanka (en los Distritos de Kilinochchi, Mullaitivu and Vavuniya) donde la necesidad es muy grande de momento.
VAROD está situado en la vecindad de la ciudad de Vavuniya, al norte de Sri Lanka, a unos 200 kilómetros de Colombo, la capital de Sri Lanka. Su entorno es bello y de naturaleza pura, aunque el clima es básicamente tropical todo a lo largo del año. En cuanto a la jurisdicción civil, está en el Distrito de Vavuniya, mientras que respecto a la jurisdicción eclesiástica está en la diócesis de Mannar.
2. Ministerios de VAROD
VAROD abarca un amplio campo de actividades y proyectos: a) un programa de Rehabilitación centrado en las Comunidades (CBR); b) centros de beneficencia para niños y niñas; c) VAROLD LIFE, un centro de Rehabilitación; d) el programa “Apoya un Niño con Habilidad Diferente” o programa familiar. Existen, además, otros proyectos: Formación y entrenamiento en CBR en campamentos, mejoramiento de las capacidades del personal contratado recientemente, acompañamiento psicológico, fisioterapia, distribución de aparatos ortopédicos, sillas de ruedas, bastones para quienes tienen problemas visuales, audífonos y miembros artificiales.
3. Rehabilitación basada en las Comunidades (CBR)
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, “CBR se centra en mejorar la calidad de vida de la gente con minusvalías y de sus familias, solucionando sus necesidades básicas y asegurando la inclusión y participación. CBR es una planteamiento multi-sectorial que tiene cinco mayores componentes: salud, educación, medios de vida y reconocimiento social”. CBR es la principal atención de VAROD, aunque por razones prácticas y de seguridad es proyecto aún ni ha alcanzado su plena aplicación. De momento, un gran número de gentes con diferentes habilidades reciben la ayuda y la atención de VAROD en sus mismas casas siendo visitados asiduamente por el personal de VAROD.
4. VAROD, un hogar para Misión Compartida
“Hacer con otros” es el título del Documento del Taller sobre Misión Compartida que se tuvo en Guatemala en 2005. En él se iluminan los fundamentos y los ámbitos de la misión compartida y se sugieren algunos elementos de una espiritualidad de misión compartida. VAROD se interesa por todos los puntos señalados en el documento, que se ponen bien en práctica, como se detalla a continuación: dos sacerdotes claretianos están dedicados de lleno al proyecto. VAROD cuenta con un personal de cerca de 100 personas, entre voluntarios y contratados. Tiene también la ayuda de dos religiosas de la Sagrada Familia (que residen permanentemente en la casa de las niñas) y de las visitas de las Hermanas de la Santa Cruz que prestan asistencia médica. Orientadores de un instituto llamado Amaithi Thendral (Suave Brisa) visitan el centro dos días a la semana para ofrecer apoyo psicológico y rehabilitación. Organizaciones internacionales tales como ZOA, Motivation, ORHAM, Minusválidos Internacional, Organización Internacional del Trabajo, Atención Internacional y ADRA están colaborando con VAROD, haciéndose cargo de la asistencia social de los beneficiarios (espiritualidad de comunión, corresponsabilidad y complementariedad).
“Me siento como si estuviéramos viviendo y trabajando en una familia, sin ninguna problema” dice la hermana Antonitta (28), religiosa de la Sagrada Familia que trabaja en VAROD. “Podemos trabajar juntos como un equipo para construir un mundo mejor…este es el testimonio que damos aquí”continúa enfáticamente.
VAROD transciende todos los límites de religión, casta, clase o similar tanto en su estructura como en el servicio que presta. Entre el personal hay una gran mayoría de Hindús que dicen estar muy a gusto trabajando en VAROD con sacerdotes y religiosas y otros colegas cristianos. Las fiestas hindús y cristianas se celebran en VAROD bien y de forma significativa. Hay realmente una atmósfera interreligiosa y se organizan visitas a sitios de culto de las distintas religiones así como la Semana Religiosa, etc. El recién construido y acogedor Salón de Meditación es muy tranquilo y propicio para la oración y la meditación. En una de sus paredes cuelga una gran pancarta que contiene lo que en las Escrituras Cristianas se llama “la Regla de Oro”: “En todo, haced a los otros lo que quisierais que ellos os hicieran…” que se halla igualmente en la literatura religiosa islámica, budista e hindú.
El señor Gangeshwaran (35 años) es actualmente el coordinador del programa en el Distrito de Vavuniya. Él ha sido un residente en VAROD desde sus inicios. Hay un equipo de nueve, incluyéndolo a él, que cuida de más de 450 personas necesitadas. Él dice: “De los nueve, seis de nosotros somos Hindús. No hay aquí ningún problema de discriminación, ni se da el más mínimo intento de querer convertirnos al cristianismo. Aprendemos mucho aquí de los sacerdotes. El resultado es que lo que hacemos aquí no es un trabajo sino un servicio.”De acuerdo con Gangeshwaran, de los que reciben los servicios de VAROD, cerca del 65-70% son Hindús. El norte de Sri Lanka está habitado tradicionalmente por Tamiles de modo que la presencia de musulmanes y cingaleses es muy rara aquí. Sin embargo, es alentador el que haya una pareja de musulmanes y un cingalés que son beneficiarios del trabajo del CBR en la región de Vavuniya.
5. Mirando hacia adelante…
Uno entre los proyectos prioritarios de futuro de VAROD es extender de lleno sus servicios a los distritos de Kilinochchi y Mullaitvu que son de las áreas más dañadas por la guerra. También están en la carpeta planes de programas sobre cómo ganarse la vida, que incluyen la generación de ingresos y la formación profesional de forma plena. “Estas gentes han estado viviendo los tres últimos años en albergues temporales o semipermanentes. Ya es tiempo de pensar en darles un lugar decente para vivir y ello es un auténtico desafío; a pesar de ello, estamos intentando superarnos”, dice el Director del Centro, el P. Albert J. Arulraja CMF. VAROD puede decir con la Beata Teresa de Calcuta: “Lo que hacemos es una gota en el océano. Pero sin esa gota, el océano estaría incompleto”. VAROD busca más la calidad que los números en estadísticas adormecedoras. Lo que se hace por cada persona, se hace con cariño, cuidado y calidad, este es el combustible que empuja el proyecto VAROD hacia adelante. “Dios provee”: Si alguien quiere experimentar por sí mismo si esto es verdad, VAROD le ofrece un camino existencial.
J.M. Joseph Jeyaseelan CMF
Traducción: Carlos Díaz Muñiz CMF.
