Lembata, Indonesia. El domingo 29 de noviembre de 2020, el monte Ile Lewotolok, ubicado en Lembata Regency, Isla de Flores, provincia de East Nusa Tenggara, arrojó en el aire una columna de ceniza volcánica de unos 4000 metros de altura a las 9:45 a.m. hora local. Esta erupción obligó a más de cuatro mil residentes a abandonar sus hogares, y dejó un profundo dolor y miseria en la vida de la gente de Lembata dentro de esta pandemia global inconclusa de coronavirus. El mismo domingo en el que se daba comienzo del Adviento la calamidad natural sacudió el camino espiritual y humano con una llamada de alerta y vigilancia.
En respuesta a este desastre natural, la Delegación Independiente de los Misioneros Claretianos de Indonesia-Timor Leste, bajo su Comisión de JPIC y con la iniciativa del Ecónomo de la Delegación -P. Eugenius Paul Madoni CMF -, ofreció una rápida iniciativa de ayuda a los daminificados.
Se realizó un llamamiento para ponerse en contacto con las víctimas atendiendo sus necesidades básicas. ¡Un milagro! Muchos benefactores abrieron sus corazones para ayudar sinceramente a sus hermanos y hermanas. Entre otros, por ejemplo, se encontraban la Comunidad Católica Pahoa en Yakarta, Comunidades Cristianas de Base en Yakarta, familias e individuos. El P. Dony agradeció a todos los benefactores por su sincera ayuda. El P. Gregorius Berthon Mbete CMF, Coordinador de la JPIC, afirmó que este doloroso momento abre el horizonte para ver en los otros a los hermanos y compañeros de viaje en esta andadura. Ésta es precisamente la espiritualidad del itinerario del Adviento que estamos viviendo.