Quezon City, Filipinas. La apertura del año 2020 había sido el mayor desafío para los Misioneros Claretianos en Filipinas. El pasado mes de enero, un volcán entró en erupción y fue todo un desafió reunir recursos y mano de obra para ayudar a los supervivientes y a sus comunidades de la mejor manera posible. Y mientras el volcán seguía rebosante de humo y cenizas, las noticias de pesimismo empezaron a agitarse y a alarmar al mundo a propósito de una pandemia inminente: el coronavirus o COVID-19.
La Región de la Capital Nacional (Metro Manila) y toda la isla de Luzón fueron puestas en cuarentena por el estado en marzo para detener la propagación de la pandemia. Las dos parroquias claretianas dentro de Metro Manila (la Parroquia del Inmaculado Corazón de María [IHMP] bajo la Diócesis de Cubao, y la Parroquia de San Antonio María Claret [SAMCP] bajo la Diócesis de Novaliches), resultaron ser la preocupación inmediata de la Congregación. Ambas se convirtieron en centros de operaciones de ayuda y refugio temporal para los que estaban en primera línea.
Los ancianos, los niños, los discapacitados, los jornaleros del territorio parroquial, todos afectados por la cuarentena y el encierro obligatorios, se convirtieron en la principal preocupación de la Provincia.
“Con el inicio de la pandemia, identificamos inmediatamente los sectores más vulnerables que necesitaban ayuda, especialmente los que residían entre los pobladores informales en un entorno urbano” dice el P. Larry Miranda, CMF, Prefecto Provincial de Apostolado.
Aunque Metro Manila fue el epicentro, otras áreas de misión e instituciones donde los misioneros claretianos están presentes, ya sea en Filipinas o en el extranjero, respondieron igualmente al desastre, dado el número elevado de casos, desde el centro a las periferias. Estas son la Fundación Ako ang Saklay en Nueva Écija, la comunidad de la Misión y Noviciado de Ormoc, las comunidades de Zamboanga City y Zamboanga Sibugay, las comunidades de Basilan, la comunidad de Datal Anggas y la Fundación Claret Samal-Bajau entre nuestros pueblos indígenas, ZABIDA con sus cuatro ONG aliadas, todos los Colegios Claret, el Instituto de Vida Consagrada en Asia (ICLA), los seminarios, Radio Veritas Asia, el Grupo de Solidaridad Claret y las misiones de Vietnam y Myanmar.
“Llegando a miles de beneficiarios” continúa el P. Larry, “nos involucramos en operaciones de ayuda, preparando comida y alojamiento para los que están en primera línea, cosiendo máscaras faciales y equipos de protección personal, distribuyendo vales de comida y llevando a cabo primeros auxilios psicológicos. Algunas de las zonas de nuestra misión habían trabajado en estrecha colaboración con las unidades de gobierno local y otras organizaciones de la sociedad civil para atender y responder a las necesidades más urgentes de la población. En todo el ecosistema de la caridad en estos tiempos difíciles, hemos llegado a los cristianos, los musulmanes y los pueblos indígenas, sobre todo a los que están en el borde de la sociedad“.
“Nuestros recursos son escasos, pero esta escasez nunca fue una disuasión para el espíritu, que nos llama a dar una respuesta misionera cualitativa a lo que es “oportuno, eficaz y urgente”. Reconocemos la ayuda que proviene de algunas oficinas gubernamentales, otros sectores y organizaciones privadas, personas privadas, benefactores, patrocinadores, amigos y feligreses, y a ellos les estamos agradecidos. Del mismo modo, nos quitamos el sombrero ante nuestras comunidades religiosas locales. Ellos, en el espíritu de la misión compartida y la solidaridad, compartieron todos los recursos que tienen para ayudar a nuestras misiones en las periferias” él dice además.
Hay dos cosas esenciales que siempre se ponen en primer plano como misioneros claretianos cada vez que estamos en una crisis como esta pandemia: Primero, nuestro compromiso de ayudar a los pobres, los vulnerables y los desfavorecidos (Cf. MS 9). Segundo, actuar y responder a las necesidades de nuestro pueblo, con la gracia de ser una comunidad misionera (Cf. MS 27).
Los Misioneros Claretianos estamos en salida.
