Madrid, España. El día 28 de febrero, y recién inaugurada la Cuaresma, se dio comienzo a la “Fragua para los 70 años y más”. Con una sentida celebración de la Eucaristía los participantes en esta edición se pusieron en marcha. La singularidad de esta segunda edición está en que participan, junto a nueve misioneros claretianos, tres misioneras claretianas y dos hermanas de Filiación Cordimariana. Con ello, además de hacerse más ancho el espacio de acogida del Centro Fragua, se abre un nuevo horizonte, deseado desde hace tiempo, de cara a seguir estrechando aún más los lazos entre los diversos miembros de la Familia Claretiana.
El diseño de esta Fragua nació ante todo de la necesidad de contar con un instrumento de Formación Permanente para la, así llamada, “tercera edad”. El instrumento ya está listo y, ahora, más enriquecido con la presencia femenina. Su desarrollo les va a posibilitar, a lo largo del mes de marzo, aventurarse juntos en el precioso tiempo del otoño de la vida, desde la experiencia carismática del P. Claret. Tendrán ocasión para recordar, reflexionar, orar, celebrar y compartir sobre sus existencias. Desearán proseguir su crecimiento como personas consagradas, reconocer sus biografías como relato de salvación, madurar sus más profundas convicciones, cuidarse con sabiduría y esperar el futuro confiadamente.
Se esperan, pues, cuatro semanas de gracia. “El Señor va a pasar por aquí. Le esperamos con ardiente atención al ritmo intenso que nos marca la liturgia cuaresmal. María está presente entre nosotros. Comienzan con este sentimiento de satisfacción porque saben que pueden contar con su apoyo y oración, sabiendo que ‘aunque nuestro hombre exterior vaya perdiendo, nuestro hombre interior se renueva de día en día’ (2 Cor 4,16)”.
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