Tanzania. El Superior General, en su carta circular “Del recuerdo al compromiso” había anunciado que la conclusión del Bicentenario, a nivel general, se tendría en Tanzania en el mes de agosto del año 2008. Esta decisión estaba motivada del siguiente modo: “La historia que comenzó en Sallent sigue escribiéndose hoy día en distintas partes del mundo, y sigue siendo una
historia misionera”. África es un icono precioso de esta historia misionera de nuestra Congregación.
El domingo día 24 de agosto se celebró, pues, la ceremonia conclusiva de este año jubilar del Bicentenario del nacimiento del P. Fundador en Dar-es-Salam (Tanzania) (Foto ). La celebración había sido precedida por el Encuentro Misionero de los Claretianos de África en el mismo Dar-es-salam. El Encuentro se centró principalmente en el tema del próximo Sínodo africano que tendrá lugar el próximo año 2009 y en la memoria del P. Fundador y del significado de su carisma misionero para la Iglesia de África.
A las 10:15 del domingo, día 24 de agosto, comenzaba la procesión de entrada de la Eucaristía conmemorativa presidida por el Arzobispo de Dar-es-salam, Cardenal Polycarp Pengo. Nos acompañaban el Nuncio de Su Santidad en Tanzania, Mons. Joseph Chennoth, y una buen grupo de claretianos de África, además de los Presidentes de las Conferencias interprovinciales de nuestra Congregación o sus representantes. También participaron los estudiantes claretianos del Teologado de Morogoro. Nos alegró la presencia de otros sacerdotes y religiosos así como la participación masiva y entusiasta de los fieles de la parroquia claretiana de Kimara, en Dar-es-salam. Éstos fueron quienes prepararon cuidadosamente la liturgia y la fiesta popular que se tuvo a continuación.
La celebración de la Eucaristía tuvo el tono gozoso que caracteriza la liturgia africana. El coro de la parroquia animó maravillosamente la celebración con sus cantos a los que se sumaba toda la asamblea en un clima verdaderamente festivo. Nos acompañaron unas 1.000 personas, principalmente miembros de la parroquia de Kimara. El Cardenal, en su homilía, glosó el espíritu misionero de San Antonio M. Claret e invitó a todos a responder con generosidad y audacia a los desafíos misioneros del mundo de hoy. Al final de la Eucaristía el P. General pronunció unas palabras explicando el motivo de la elección de África para la celebración conclusiva del Bicentenario y agradeciendo a todos el habernos acompañado en esta ocasión tan importante para nosotros. El Nuncio de Su Santidad (foto ) felicitó a la Congregación y pidió que sigamos generosamente comprometidos en la tarea misionera. Durante algún momento de la Eucaristía cayó una fuerte lluvia que, después de varias semanas sin haber experimentado precipitaciones, todos consideraron una bendición del Señor. Quienes se habían tenido que quedar fuera del templo encontraron la ocasión para poder entrar a participar más plenamente en la asamblea eucarística. Un gran póster del P. Fundador, colocado a una lado del presbiterio, presidía nuestra celebración.
Acabada la Eucaristía, pasamos a la fiesta popular. Compartimos la comida y la amistad. Nos acompañaron también en este momento el Sr. Cardenal y el Sr. Nuncio. Cantos, bailes y diversas actuaciones de distintos grupos fueron amenizando este tiempo de alegría compartida. La comunidad claretiana de Dar-es-salam y la comisión organizadora de la parroquia de Kimara merecían el caluroso aplauso que todos les tributamos.
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Llegaron mensajes de algunos Superiores Mayores de la Congregación, de las Misioneras Claretianas y de las Misioneras de la Institución claretiana.
Estamos seguros que el P. Fundador se sumó, divertido y gozoso, a esa celebración de su cumpleaños que -quién sabe- igual le recordó el modo de celebrar las fiestas de su amado pueblo cubano.