España. El día 14 de mayo ha cumplido 90 años el H. Justino Rodao, el último superviviente de la antigua misión claretiana de Tunxi, China. Nacido en Armuña, Segovia, el 14 de mayo de 1919, profesó en Salvatierra el 8 de septiembre de 1939. Llegó a la misión de China el 27 de marzo de 1948 junto con los PP. Mariano González, Francisco Marchio, Jesús González Sarasqueta, Romario Jarussi y el H. Benjamín Quibus.
De los siete Distritos misionales que formaban la Misión Claretiana de China, el de Tunxi fue el último en sufrir la persecución sistemática contra la Iglesia. Y en aquel entonces residían en la casa los siguientes misioneros: Mons. José Fogued, Agustín Rebollar, Eugenio Pérez, Pablo Bolinaga y Justino Rodao.
Hacia finales de abril de 1950 se presentaron en la Misión tres policías armados y les comunicaron la orden de confinamiento total. Desde aquel momento les quedó prohibido salir fuera de la cerca de la Misión sin permiso de la policía por escrito, permiso que sería inútil pedir, porque nunca se lo iban a conceder. Después de comunicarles la orden de confinamiento, les repitieron hasta la saciedad que la única razón de aquella prohibición era la obligación que ellos tenían de defenderles de la gente maleante que les quería hacer daño, para crear problemas entre el Gobierno del pueblo chino y el Gobierno de España.
El juicio popular contra ellos se veía venir. Optaron por un juicio semipopular en el que sólo tomarían parte representantes de los principales grupos sociales. Y entre todos los misioneros eligieron como víctimas a los Hermanos Pablo Bolinaga y Justino Rodao, quizá por ser los encargados de proveer de material en la escuela y del cuidado del edificio escolar. Y llegó el día señalado para el juicio contra los dos Hermanos. De cuatro a seis de la tarde se reunieron en la plaza de la escuela representaciones de todos los grupos sociales de la ciudad. Y por supuesto nuestra escuela con sus maestros en pleno. El tribunal estaba formado por cinco personalidades del Gobierno o muy afectas a él. Antes de empezar el juicio, dos números de la policía subieron a nuestra residencia y obligaron a los dos Hermanos a bajar a la plaza. Durante todo el juicio los dos Hermanos se manifestaron muy tranquilos y serenos ante los acusadores. Las acusaciones estaban preparadas y escritas por los mismos maestros, no por los chicos que las tenían. La mayoría de ellas eran acusaciones pueriles. Otras, interpretaciones falseadas maliciosamente de hechos. Y cada acusador acababa siempre con la misma petición: expulsión de los extranjeros y poner la escuela en manos de los chinos.
Por fin, el 23 de noviembre de 1951 el P. Eugenio Pérez y el H. Justino Rodao eran expulsados de China y llegaban a salvo a Hong Kong y de allí a Filipinas. El año 1957 se reintegraba a la Provincia de Castilla. Actualmente se encuentra en la comunidad asistencial de Colmenar Viejo acompañado del cariño y el cuidado de sus hermanos claretianos. (3 fotos)
¡ENHORABUENA QUERIDO H. RODAO, Y QUE DIOS LE CONCEDA AÚN LUENGOS AÑOS!
(Foto en B/N: última fila, 6º desde la izda. Delante de él, el P. Marchio)