Obispos vascos piden perdón por el silencio de la Iglesia ante la muerte de religiosos durante la Guerra Civil de 1936
España. Los tres obispos vascos, Miguel Asurmendi (Vitoria), Ricardo Blázquez (Bilbao) y Juan María Uriarte (San Sebastián), han presidido el 11 de julio un funeral conjunto por 14 presbíteros fusilados en Guipúzcoa entre los años 1936 y 1937 por el bando franquista. Los obispos han calificado esta celebración un “acto de justicia reparadora y reconciliadora” para “purificar la memoria” de unos acontecimientos “dolorosos” del pasado “envueltos en el silencio durante mucho tiempo”.

En la homilía, elaborada conjuntamente por los tres obispos, han recordado que durante la Guerra Civil fueron ejecutados por ambos bandos más de setenta sacerdotes y religiosos dentro del País Vasco, aunque han subrayado que los 14 fusilados por el bando franquista no contaron con una celebración pública de exequias. Han hecho hincapié en que “no es justificable ni aceptable por más tiempo el silencio que en los medios oficiales de nuestra iglesia ha envuelto la muerte de estos sacerdotes”.

Entre estos 14 sacerdotes por quienes se ha ofrecido el funeral se encuentra el misionero claretiano P. José Otano Miqueliz. Nacido en 1898, profesó en la Congregación en 1915. Fue profesor y organista en diferentes lugares. El día 12 de octubre de 1936 era detenido y llevado a la cárcel. En la madrugada del 23 de octubre fue ejecutado con otro sacerdote y un grupo de seglares y enterrado en una fosa común sin identificación alguna. Por el testimonio de dos jesuitas que les atendieron espiritualmente aquellos días sabemos que recibieron fervorosamente los sacramentos de la confesión y eucaristía.