Francia. Empezamos el día con la oración de Laudes preparada por la comunidad de Narbona. El trabajo del día se dividieron en dos etapas. La mañana la tuvimos en tres partes: información sobre los talleres de la tarde.
Respondiendo a estas preguntas que dijimos:
1) – ¿qué puntos se puede mejorar?
2) – ¿Cuáles son los puntos positivos de estos informes?
Después de la

presentación de los secretarios de los dos grupos, Raimundo y Pierre Zanga, el P. Gildard expuso el resumen de las propuestas de las comunidades. En este informe aparecen los cuidados por la vida de la Delegación, de las comunidades y de las personas. Además se refiere a la vida espiritual: la necesidad de tener Ejercicios Espirituales. Otra preocupación es la referente a la vida comunitaria. El cuidado de las capillas de las comunidades. También la preocupación refente a la comunidad de Perpiñán, el problema de las salas de catequesis para niños y adolescentes; la sensación de que hay muchos sacerdotes en la nueva comunidad de parroquias; en Narbona, la misma sensación de estar demasiados y que el plan diocesano de pastoral ya no refleja el carisma claretiano, a Patte d’Oie, el presbiterio no está en buenas condiciones y la falta de espacio para servicios de guardería y acogida de grupos, en Route de Seysses: ¿podemos hacer un proyecto en consonancia con nuestra presencia en Francia? Se debe prestar especial atención a las nuevas iniciativas pastorales. También se debe especificar la naturaleza exacta de los seglares claretianos en Francia.

Debemos seguir trabajando con ilusión por las vocaciones en Francia. Para nuestro proyecto claretiano, es importante que los padres jóvenes se forman para futuras responsabilidades. También se planteó el problema del reconocimiento jurídico de la Congregación en Francia.

Posteriormente, el P. Pierre nos presentó el trabajo de la Comisión encargada de examinar el proyecto de Route Seysses. Tres aspectos parecía que se podían explorar: la construcción de una Curia, de un centro pastoral y de un centro de acogida de estudiantes vista la proximidad a la universidad. Por la tarde, hicimos una puesta en común sobre en torno a dos cuestiones:

1) – A la luz de la definición del misionero claretiano, y teniendo en cuenta los resúmenes de las comunidades, ¿que parece más importante para nuestra vida comunitaria y apostólica?
2) – Para vivir nuestro carisma, ¿cuáles son los retos de la sociedad, de la Iglesia Francia y de la congregación que debemos vivir en una época de renacimiento de la Delegación?

Después los secretarios de cada grupo presentaron un resumen del trabajo en relación con ambas cuestiones. Finalmente la asamblea pasó a tratar las propuestas contenidas en las síntesis de las comunidades.

Esa noche, celebramos la Eucaristía presidida por el P. Raymond y animada por la comunidad de Narbona.