España. El 4 de marzo de 2010, al atardecer del día, los Claretianos de la Provincia Bética pudieron ver cumplida la ilusión de dar acogida en la Parroquia de San Antonio Mª Claret de Sevilla a los restos del mártir P. José Mª Ruiz Cano, inmolado en Sigüenza (Guadalajara) el día 27 de julio de 1936. La ciencia del eminente forense Dr. Luis Frontela Carreras, Catedrático de Medicina Legal y Director del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Legales de Sevilla, y el cariño puesto en su trabajo hizo posible la no fácil identificación de dichos restos.
Ante la presencia de un nutrido grupo de claretianos reunidos en el salón parroquial, el Dr Frontela hizo entrega, bajo juramento, de la caja que contenía los restos mortales del Siervo de Dios a la Comisión nombrada al efecto por el señor Arzobispo de Sevilla, presidida por el Ilmo. Sr. D. Teodoro León Muñoz, Delegado Episcopal de las Causas de los Santos, y acompañado por Ilmo. Sr. D. Ángel Antonio Faílde Rodríguez, Promotor de Justicia, y el P. Rafael Martínez Rodríguez, cmf, en calidad de Notario-Actuario.
De entre los claretianos presentes, es obligado hacer mención de los PP. Federico Gutiérrez y Julio Izquierdo, que formaban parte del grupo de postulantes que con el P. Ruiz salieron de Sigüenza hacia el vecino pueblo de Guijosa en donde compartieron con su Padre Prefecto los difíciles y emotivos momentos previos al sacrificio final. También se hallaban presentes en el acto los PP. Vicente Pecharromán, Postulador General; Eleuterio López, Vicepostulador; Manuel Carrasco, encargado por el P. Provincial para las gestiones que hubo que realizar en Sigüenza; José Márquez, Párroco; Agustín Bernal, director del Colegio y el Hno Salvador Segura Santana.
Examinados los restos, y atendiendo a lo prescrito por la Congregación de las Causas de los Santos, de entregar a la Diócesis de Sigüenza una reliquia insigne, el Delegado episcopal extrajo una costilla, que entregó al Postulador juntamente con un estuche conteniendo distintos huesos pertenecientes al Siervo de Dios, con el fin de que, en su día, puedan obtenerse posibles reliquias. Cerrada la caja y lacradas las cintas que la envolvían, fue trasladada hasta el templo, al lugar del crucero, en el lado izquierdo, en donde se halla el nicho preparado para acoger los venerados restos. Mientras de los labios de los presentes salía el reconocimiento al Señor, Buen Pastor que socorre a los que en él confían, fue colocada una lápida de mármol blanco que ocultaba la caja, pero que en su discreto modo de hablar proclamaba mediante una sencilla inscripción que en aquel lugar esperan la resurrección los restos del “P. JOSÉ Mª RUIZ CANO, CMF, Jerez de los Caballeros 3-9-1906 Sigüenza 27-7-1936 ”.
Que la memoria de la heroico ejemplo del P. José Mª Ruiz, nos estimule a ser, en el hoy de la Iglesia, sal de la tierra y luz del mundo.