Vic, España. Han sido días de niebla y bruma atravesadas por una suave luz triunfante. Así es como los días de peregrinación en tierras claretianas se han desarrollado a principios de diciembre de 2018. Los 13 claretianos de esta Fragua 23 han viajado a los lugares en los que el Padre Claret vivió, viendo cómo la claridad de una vida traspasada por el Evangelio era aún más fuerte que esa niebla densa y obstinada que empañó la región de Osona.
Esos lugares conformaron el enigma de un itinerario en la vida de nuestro Padre Fundador: Sallent (nacimiento e infancia); Fussimanya (la tierna intimidad con la Madre); Barcelona (juventud convulsa cargada de proyectos y decepciones); Vic (el cultivo de las raíces); Viladrau, Seva, Santa Eugenia … (escenarios estrechos de un sacerdote joven e inquieto); el sepulcro de Claret (sus restos bajo el sello del amor); Monserrat (presencia permanente de la Madre de los macizos altos); CESC (guardián y notario de un pasado cada vez más descubierto); Casal Claret, complejo claretiano de Barcelona (la validez de un ideal indestructible); Sagrada Familia (imponente estructura que muestra a Barcelona y al mundo a nuestro santo catalán, la primera entre las estatuas colocadas en el exterior, como testigo de sus preocupaciones misioneras y errantes).