Durante estos cuatro días, los amigos de la Provincia de Euskal Herria propusieron un itinerario con momentos de reflexión alternados con la visita a los recintos de algunos proyectos sociales en Bilbao y con la presentación de lugares significativos de una ciudad en transformación. Los ojos de todos pudieron captar algunos elementos peculiares de este proceso de ciudadanía: la atención a diferentes situaciones de exclusión social, la difusión de pequeños proyectos en diversos puntos de la ciudad, la construcción de una red que acompaña el cambio de todos, la estrecha relación con los servicios sociales públicos a los que se vinculan las normas de financiación y acceso, la renovación de edificios que pasan de lugares institucionales y de celebración a lugares de vida, la esencia y vida cotidiana de las relaciones con las personas de los barrios para que puedan sentirse como en casa.
Todo esto no solo significa un instrumento organizacional, sino que es la traducción de una espiritualidad entendida como humanización que se realiza. En este aspecto de la espiritualidad, se abrió una reflexión en el grupo sobre el retorno a la unidad, a la esencia de los seres humanos (palabras como… la propia vida, la capacidad de resistencia, la reducción del mal, el silencio, el cuidado de heridas, plenitud de vida) que precede a las afiliaciones religiosas, las diferentes espiritualidades (claretiana, jesuita, etc.) y que proviene de pequeñas historias. Entre las prácticas compartidas, escuchar, una relación de cordialidad, de comunicación en libertad, la normalidad de las diferentes tradiciones religiosas en la búsqueda de sentido, la bendición de todos en todos.
La cuestión importante es estar cerca, cómo ser habitantes de las ciudades con otros hombres y mujeres que viven allí, y cómo dialogar con ellos a partir de situaciones difíciles y opacas.
El piso del edificio donde vivimos es el más elocuente de los claretianos de la Provincia de Euskal Herria: la transformación de todo el edificio para obras sociales (comida, búsqueda de trabajo, protección de los derechos, adquisición de documentos y de propiedad, etc.). La comunidad claretiana está incluida en la construcción y colabora sistemáticamente con el laicado claretianos y con otras instancias e instituciones locales.
La redacción de un texto narrativo que relate y ofrezca elementos de comprensión de la experiencia de estos años es el compromiso propuesto para los próximos meses. El itinerario continúa: la próxima reunión será en Vic (España) en Casal Claret del 10 al 13 de julio de 2018.