Hera, Timor Leste. Implementando el Plan de Acción de la Delegación de Indonesia-Timor Leste para mejorar la formación continua de los Formadores, y dar un mejor acompañamiento a los jóvenes misioneros en la Formación Inicial en las diferentes Casas de Formación de la Delegación, el grupo de los Formadores se reunió en la Aspirant Formation House en Hera, Timor Leste del 4 al 11 de abril de 2018 para celebrar una semana de estudio.

La, así llamada, Semana de Estudio es un programa anual organizado por el Prefecto de Formación de la Delegación para ampliar el horizonte de visión de la realidad y las demandas del tiempo de formación en este mundo en rápida transformación. Estuvieron presentes en esta propuesta formativa los Padres Emanuel Lelo Talok, CMF, miembro del Consejo, y Nikolaus Ilan, CMF, Prefecto de Formación de la Delegación, además de los Formadores de las diferentes Casas de Formación.

Reflexionando sobre el tema principal de estas formadas de estudio, “El acompañamiento en la Formación”, los Formadores trataron de profundizar y ampliar el horizonte utilizando diferentes ángulos, enfoques, perspectivas.

El primer día, el P. Emanuel presentó el carácter antropológico de los timorenses. Ayudó a los participantes a comprender la dimensión antropológica de uno mismo. Al día siguiente, el P. Nikolaus dio una visión panorámica de la Formación en la Delegación, sus oportunidades y desafíos. En el tercer día, el P. Agustinus Supur, CMF, abordó el Anhelo del Discipulado – Espiritualidad del Acompañamiento en el Evangelio de Juan, seguido de una presentación del P. Y. Ferdy Melo, CMF, al día siguiente y sobre el acompañamiento en la Vida Consagrada a la luz del último documento, “Vino nuevo en odres nuevos”. Antes de tratar los asuntos generales en la Formación, el P. Robertus Wontong, CMF, ofreció una sesión sobre Métodos de Acompañamiento.

Fue realmente un momento fructífero para todos los participantes, no solo para intercambiar ideas y preocupaciones, sino, ante todo, para abrazar de todo corazón la misión encomendada a cada Formador de acompañar a los Formandos en cada casa de Formación. A la luz de la Alegría de Pascua, regresaron a sus respectivos campos de misión, como los dos discípulos que regresaban de Emaús a Jerusalén después de su encuentro con el Señor al partir el pan, y proclamando con entusiasmo que el Señor había resucitado.