Salvatierra, España. El 14 de abril se ha celebrado en la casa de Salvatierra un encuentro formativo abierto a todos los miembros de la Provincia Euskal Herria sobre la ECONOMÍA SOLIDARIA. Han contado con la presencia de CARLOS ASKUNZE, de las fraternidades escolapias.
“Sus palabras han supuesto un recordatorio de lo que la fe nos invita a cuidar en nuestras vidas, tanto a nivel personal, comunitario, congregacional… con vistas a impulsar una economía inclusiva en la que todas las personas puedan ver cubiertas sus necesidades” dice el P. Mateo Larrauri, Superior Provincial.
En la primera parte de la charla, se ha introducido a los participantes en la dimensión socio-política y socio-económica de la fe cristiana haciendo un recorrido por los principios fundamentales de la Doctrina Social de la Iglesia en materia económica: Centralidad de la persona, Solidaridad, Bien común, Subsidiaridad, Participación, Caridad y Justicia.
Desde estos principios, brevemente se ha realizado una crítica a la economía imperante en nuestro mundo, haciendo, con palabras del autor Jordi García Jane, que “el modo de producción, distribución y consumo predominante –el capitalismo– es ecológicamente insostenible, estructuralmente violento, socialmente injusto, políticamente antidemocrático, y ni siquiera consigue hacer felices a muchas de las personas pertenecientes a las finas capas de la población mundial que más se benefician del mismo”.
Posteriormente, el ponente ha realizado una correspondencia entre seis características de la tradición cristiana sobre la dimensión socio-económica de la fe: Centralidad de las personas pobres, la caridad como desapego de lo material y aspiración de la fraternidad, la lucha por la justicia, el bien común como medida, la comunión de bienes, y la austeridad y sencillez con las características esenciales de la Economía Solidaria: economía inclusiva, reciprocidad y cooperación, equidad, sostenibilidad de la vida, economía desinteresada, y decrecimiento.
Finalmente les ha presentado la definición, realidad y aspiración de la Economía Solidaria, haciendo ver que la Economía Solidaria puede ser palanca de transformación social al servicio de las personas, el bien común y la sostenibilidad de la vida, siempre que se cuiden articuladamente los principios de esta Economía Solidaria que son: Equidad, trabajo, Sostenibilidad ambiental, Cooperación, Sin fines lucrativos, y Compromiso con el Entorno.
La segunda parte de la charla se ha centrado en presentar realidades concretas de Economía Solidaria en el ámbito local, estatal e internacional: En el mundo de la empresa, en el campo de las finanzas, en el área del consumo cooperativo, en el mercado social (comercialización alternativa), e incluso en la propuesta de moneda alternativa. Esta segunda parte finalizaba presentando ocho líneas de trabajo con las que la Comunidad Cristiana puede contribuir en el impulso de la Economía Solidaria: Profundizar en la dimensión socio-económica de la fe; Denunciar y combatir “una economía que mata”; Anunciar y practicar “el cuidado de la casa común”; Educar y sensibilizar para el cambio individual y colectivo; Impulsar el compromiso institucional (gestión y consumo); Desarrollar, promover, apoyar…iniciativas económicas alternativas; Promover vocaciones, ministerios, servicios… para el desarrollo de una economía solidaria; y Animar vidas comprometidas que sean testimonio.
Terminaron la mañana celebrando la eucaristía y compartiendo posteriormente la comida en fraternidad.