Quezon City, Filipinas. “Amistad social y diaconía en un mundo fragmentado a la luz de Fratelli Tutti” fue el tema de la Semana de la Vida Religiosa 2024, recientemente concluida, organizada por el Instituto para la Vida Consagrada en Asia del 19 al 21 de enero.
El primer día, Hna. María Cimperman, RSCJ, Ph.D., participante en el Sínodo sobre la Sinodalidad en Roma, dio una charla titulada “Respondiendo juntos a nuestro mundo herido: Las llamadas de Fratelli Tutti & Sinodalidad a la vida consagrada hoy“. Durante su charla, enfatizó la importancia del llamado de Fratelli Tutti a vivir como hermanos y hermanas en un mundo marcado por la guerra, la división política y la desigualdad. Según la hermana Cimperman, la sinodalidad es una de las mejores prácticas que la Iglesia, como Pueblo de Dios que comparte el mismo Espíritu a través del bautismo, puede ofrecer al mundo en términos de vivir como hermanos. Agregó además que la sinodalidad requiere escucha activa, percepción y comunicación-diálogo. La hermana Cimperman cree que la vida consagrada puede abrir el camino en la sinodalidad, y si los consagrados trabajan juntos, pueden convertirse en poderosos instrumentos para transformar la sociedad. Alienta a las personas, comunidades y congregaciones religiosas a llevar a cabo sus diferentes ministerios a través de la cooperación mutua y la asociación co-creativa.
El 20 de enero, durante el segundo día del evento, el P. Manuel “Manoling” Francisco, SJ, STD, músico, teólogo y activista social, habló sobre “Gracia Social: Nuestra Respuesta Colectiva al Pecado Social.” Reflexionó sobre cómo las heridas y el quebrantamiento del mundo pueden remontarse a la caída o el pecado de Adán. Señaló que la humanidad ha estado viviendo en un mundo marcado por el ego y el egoísmo. Sin embargo, él cree que la humanidad no está condenada porque “donde el pecado aumentó, la gracia abundó aún más, de modo que, como el pecado reinó en la muerte, la gracia reinaría a través de la justicia a la vida eterna a través de Jesucristo nuestro Señor” (Romanos 5:20-21 NAB).
El P. Francisco propuso que así como hay estructuras de pecado en nuestra sociedad, también debería haber estructuras mayores de Gracia. Compartió con la asamblea sus esfuerzos para construir la estructura social de la Gracia a través de la fundación que él estableció: la Fundación Tanging Yaman. Esta organización sin fines de lucro en Filipinas responde a las necesidades de los sectores pobres y marginados de la sociedad. La fundación proporciona servicios de socorro y rehabilitación, medios de subsistencia, educación de los jóvenes, cuidado de los niños y protección del medio ambiente.
En el último día del seminario, el P. Agustinus Supur, CMF, director del ICLA, habló sobre “Vida consagrada asiática sinodal: caminos, desafíos y oportunidades”. Enfatizó la importancia de ser relacional como piedra angular y esencia de la sinodalidad. Los individuos consagrados pueden llegar a ser místicos (hacia arriba), siervos (hacia abajo), ascetas (hacia adentro), y profetas (hacia afuera) siguiendo cuatro caminos relacionales: 1) hacia arriba, que implica tener una relación con Dios, 2) hacia abajo, que implica tener una relación con la naturaleza, 3) interior, que implica tener una relación con uno mismo, y 4) exterior, que implica tener una relación con otros. Aunque el desarrollo de relaciones maduras con Dios, la naturaleza, uno mismo y otros es una tarea desafiante, también está lleno de oportunidades prometedoras que permiten a las personas consagradas ser líderes de la sinodalidad.
Se ha alentado a las personas, comunidades y congregaciones religiosas que asistieron a la Semana de la Vida Religiosa de este año a trabajar juntas y colaborar en sus diferentes ministerios. El objetivo es convertirse en faros de esperanza en un mundo roto a través de la estructura de la gracia.
Fuente: P. Gilbert Queñano, CMF, ICLA- Secretario y admisiones
