Ciudad del Vaticano. El Papa Francisco consagra a la Iglesia, a toda la humanidad, especialmente a Rusia y Ucrania, al Corazón Inmaculado de María durante el servicio penitencial anual de Cuaresma “24 horas para el Señor” en la Basílica de San Pedro, el viernes 25 de marzo de 2022, fiesta de la Anunciación del Señor.
Dijo que “no es una fórmula mágica, sino un acto espiritual. Es un acto de total confianza por parte de los hijos que, en medio de la tribulación de esta guerra cruel y sin sentido que amenaza a nuestro mundo, se dirigen a su Madre, depositando en su corazón todos sus temores y dolores y abandonándose en ella”
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El Pontífice ha dicho que Dios eligió a la Virgen María para cambiar la historia iniciando una nueva historia de salvación y de paz. Por eso, “si queremos que el mundo cambie, debemos cambiar primero nuestros corazones”.
El Santo Padre invitó a todos los obispos del mundo a estar en comunión con este acto y replicarlo en sus respectivas diócesis. En Portugal, el limosnero papal, el cardenal Konrad Krajewski, hizo lo mismo en el Santuario de Nuestra Señora de Fátima a la misma hora en el Vaticano.
La basílica se llenó de clérigos, fieles laicos y religiosos. Al mismo tiempo, espectadores, peregrinos, católicos devotos y personas de distintas razas se congregaron fuera de la basílica, en la plaza de San Pedro, mientras veían al Papa en las grandes pantallas instaladas en la plaza. Se habilitaron dos zonas delante de la basílica para los que querían hacer el sacramento de la reconciliación.
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