EL DON DE LOS HERMANOS EN LA FAMILIA
Nadie viene solo a este mundo. Naces en una familia, como hijo, y –en muchos casos- tienes hermanos y hermanas. La relación paterno-filial y la fraterna son tan íntimas que nos hacen sufrir profundamente cuando alguno de la familia sufre y nos hacen alegremos íntimamente con sus gozos. Nuestro vínculo familiar es como un espejo en el que nos vemos en el otro. El sentido de pertenencia y la responsabilidad hacia el otro no son elementos añadidos: son más bien lazos naturales que nacen y permanecen hasta la muerte. En este sentido, la familia es la primera escuela, y los padres son los primeros educadores.Cuando el P. Claret nos habla de sus once hermanos, va explicando la relación mutua entre ellos. De su hermana mayor, Rosa, recibió un cariño especial (Aut 6.1); ella le inició en su devoción mariana. En la enfermedad de apoplejía de su hermano mayor, Juan, el P. Claret le apoyó económicamente como buenamente pudo. Con su hermano menor, José, tenía mucha confianza y en su casa de Olost se hospedó durante algunos momentos críticos. Éste a su vez, le ayudó en tomar conciencia de la situación política y social de cara a sus andanzas misioneras. Su hermana menor, María, con ese nombre inspiró al Padre Claret la cercanía y la devoción filial a la Virgen. Como ella ayudaba al Mosén Claret en la parroquia de Sallent, tuvo la gracia de aprender de su hermano las virtudes que él practicaba. El hermano menor, Manuel, era un hermano “muy querido” por el santo.Ser hijo y hermano es un don y un compromiso. Es un don para compartir gozos, esperanzas y también dolores con otros, sintiéndose acompañado, apoyado, consolado. Lleva consigo el compromiso de cuidar de otros, y nos educa para la mejor vida social. La convivencia con otros y la experiencia de su comprensión son factores decisivos en la construcción de la persona, en la capacitación para la amistad, para la futura colaboración en el mundo de la empresa o las inquietudes sociales; lo “vivido dentro” suele ser determinante para saber luego moverse en el ámbito exterior.