EFICACIA DE LA AFABILIDAD
Allí aprendí cuánto conviene el tratar a todos con afabilidad y agrado, aun a los más rudos, y cómo es verdad que más buen partido se saca del andar con dulzura que con aspereza y enfado.En el pensamiento y la literatura de estos últimos años se ha acuñado la expresión “inteligencia emocional”. Seguramente has oído hablar de ella; tal vez hayas leído algo a ese respecto. La inteligencia no es una realidad unitaria ni estrecha. La afabilidad, el agrado, la dulzura suponen la preocupación por el otro, sea quien sea, y el respeto solidario con él. Es, como solemos llamarlo ahora con otra palabra, la empatía. Y ésta es la manera de conectar con el otro, a un nivel más profundo, más allá de lo superficial y tangencial, y de tratar de responder a lo que necesita.Es esa actitud positiva, benevolente (que “quiere bien”) y benefactora (que “hace bien”) a los familiares, a los cercanos y a las personas desconocidas con las que no podemos encontrar solamente alguna vez o muy de vez en cuando. Con esta inteligencia emocional se reafirman y perfeccionan otros valores: la generosidad y el servicio por poner a disposición de los demás el tan preciado tiempo y otros no menos preciados recursos personales; la sencillez en la que no se hace distinción entre las personas por su condición; la solidaridad por tomar en las propias manos los problemas ajenos haciéndolos propios; la comprensión, por la que, al ponerse en el lugar de otros, descubrimos el valor de la ayuda desinteresada y gratuita.Quizá hemos de tener en cuenta, entre otras cosas, nuestros bloqueos afectivos y emocionales con determinadas personas, en algunas circunstancias. Esos bloqueos que se concretan y visibilizan de mil y una manera diferentes, en acritudes, arrebatos, asperezas, durezas, enfados, rigideces, silencios,… Seguramente, antes y ahora, en el pasado y en el presente, reconoces y agradeces a aquellas personas que te han tenido estima, que te han mostrado afecto, de manera gratuita, desinteresada, es decir, sin otra intención o interés que tú mismo. Y tú, por ejemplo, ¿qué entiendes por cordialidad? ¿Recuerdas alguna experiencia positiva de alguien que haya sido o esté siendo cordial contigo?